En esta parodia porno de los Simpson es San Valentin y Marge está haciendo las tareas del hogar como usualmente hace. Está por organizar la ropa que ha lavado y se topa con una caja de regalo que llama su atención. Se acerca para ver de qué se trata y cuando lee la tarjeta se da cuenta que es un regalo de su esposo Homero. Ella no puede creer que su marido haya tenido un detalle, hace mucho que no los tenía. Pero con mucho amor y entusiasmo se dispone a abrir la caja.

Mientras la abre comienza a fantasear de qué se tratará, pensando que quizá se trate de un lindo vestido, un perfume o alguna joya… Pero todas sus ilusiones se rompen cuando la caja se desarma y revela una enorme polla. Para nada se esperaba eso, y el color sube a sus mejillas rápidamente, sintiendo mucha verguenza por el regalo descarado de su esposo.

De inmediato la rabia la invade, pensando en lo estúpido que es Homero por regalarle algo que va destinado mayormente a su propio placer. Así que intenta ignorar la polla que sale del agujero y se pone a doblar la ropa como había planeado inicialmente. Sin embargo, le cuesta un poco concentrarse en sus deberes cuando tiene esa jugosa polla llamándola. Poco a poco se acerca hasta que cede y la toca un poco. Coloca su dedo en la puntita; tocando el líquido preseminal que ha derramado.

Se lleva la gota a la boca y la saborea en su lengua, resulta que el sabor le gusta más de lo que esperaba, y al final no puede resistirse a chuparla. La lame lenta y suavemente, saboreando cada centímetro y jugueteando especialmente con la punta. Cuando acaba de jugar con su lengua, procede a meterla en su boca hasta sentirla entera en su garganta. Estaba tan profunda y caliente en su garganta, que él no puede contenerse más y se corre en su boca.

Marge no suele tragársela, así que se la saca y derrama todo el mar de semen que había brotado de su polla. Pero ella aún no ha terminado, todavía quiere divertirse con su regalo, así que usa sus tetas para juntarlas y pajear esa gran polla. Mientras sube y baja sus pechos sobre su pene, no desaprovecha la oportunidad de unir su boca y darle aún más placer. Es tan potente la estimulación que le da, que nuevamente se corre con abundante leche dentro de su boca.

Ella la escupe, sin poder creer que de nuevo se haya corrido en su boca. Homero sabe que a ella no le gusta tragársela, y ya ha acabado dos veces. Está tan enfadada que decide buscar una mejor solución a su problema; revisa en su gaveta y busca alguna cinta que le permita retener el semen de su esposo. Encuentra el objeto perfecto y se dirige hasta el agujero y amarra su polla para generar presión. Ahora sí que no podrá correrse descaradamente sin que ella lo consienta.

Marge se baja su pequeña tanga y se pone en posición para tomar esa dura polla. Comienza a moverse para sentir como la polla entra muy profunda y sale lentamente de su coño. La polla de Homero jamás se había sentido tan bien, es como si hubiera crecido… Y cada vez que sale de su vagina, ella siente un inmenso vacío y unas inmensas ganas de volverla a sentir llenando su interior.

Pero después quiere probar algo nuevo; quiere sentirla estirando su culito apretado. Se mueve ágilmente hasta sentir su polla muy profunda en su culo, se lo folla tan fuerte que hasta salen lágrimas de sus ojos. Y es tanta la presión de la polla que está por estallar con tanta carga de semen, que la tira que la retenía se rompe y sale una cascada de leche. Marge continua moviendo su coño frotandolo muy bien en su entrepierna y restregando todo su semen.

Justo en ese momento suena un fuerte grito, y ella da un pequeño salto nervioso al escuchar que se trata de un Homero muy ebrio. Ella no lo puede creer, incluso intenta comprobar que realmente se trate de él, pero en cuanto entra al cuarto con un pack de cervezas y le desea un feliz San Valentín, no quedan dudas que se trata de él. Marge intenta ocultar la enorme polla que tiene en su entrepierna bajando su vestido. Aún se encuentra confundida de cómo Homero está allí frente a ella, mientras una polla est a dentro de un agujero en su casa.

Homero se desmaya de la borrachera y cae fuertemente al suelo; Marge se inclina preocupada para ver si está bien, pero luego recuerda un problema más importante. Quién está detrás del agujero? Ella corre velozmente a pillar a la persona antes de que huya, y cuando abre la puerta del baño se encuentra a Ned Flanders sentado con la polla muy dura. Había sido él todo este tiempo… Y aunque Marge se hace la ofendida y le reclama amenazándolo con llevarlo a la policía, en cuanto él la besa ella vuelve a derretirse. Definitivamente el regalo de San Valentín aún no ha terminado.