En este cómic exclusivo vemos a un Saitama angustiado porque nuevamente se ha olvidado la cartera y no podrá invitar a Fubuki. Aunque no está seguro de si en realidad la ha perdido, solo sabe que pronto tendrá que salir del sitio porque no tiene cómo pagar. Para su mala suerte, el camarero justo les trae la cuenta, y él no puede ocultar su evidente cara de vergüenza. Igualmente eso no evitará que él busque alguna manera de zafarse de esa situación, así que finge haber escuchado un ruido afuera que amerita su ayuda. Como buen superhéroe, sale corriendo para solucionar los problemas que acechan al mundo.

Pero Fubuki no es tonta, y claramente se da cuenta que no hay ningún problema afuera. Aunque intenta detenerlo, él es muy veloz y corre hasta la salida mientras le dice que debe darse prisa en ayudar. Y por supuesto, termina su despedida con una frase que más tarde Fubuki le cobraría con creces: «la próxima pago yo». Ella quiere asesinarlo, pero como ya se ha ido así que ahora le toca pagar toda la cuenta.

Más tarde, Fubuki va hasta la casa de Saitama y casi tumba la puerta con los fuertes toques que da. Él se pregunta quién la estará buscando a esa hora, pero no le da tiempo de siquiera abrir porque ella hace pedazos la puerta. Fubuki le pregunta cómo pudo dejarla allí plantada, y él la observa aterrado por lo que le espera. Nerviosamente le dice que no tenía su cartera y no tiene idea de dónde la ha dejado.

Como venganza, ella le dice que ahora la tendrá que recompensar viendo alguna película de su elección. Él acepta resignado, después de todo se la debe. Colocan la película y resulta ser una romántica repleta de besos apasionados y escenas que hacen que el ambiente entre ellos se torne un poco tenso. Por eso Fubuki decide hacer algo antes de que Saitama se incomode aún más. Y para ello, se le ocurre desajustar un poco su escote y comienza a decir que está haciendo mucho calor.

Saitama la observa sin entender lo que hace, y le dice que en realidad él está bien. Ella queda completamente atónita, no puede creer que él ni siquiera notó que había
desabrochado el botón de su escote. Por eso se le ocurre que quizás eso no sea suficiente y decide colocarse en cuatro y dejar en evidencia gran parte de su trasero, excusándose con que siente frío. Él nota que ella está actuando extraño, así que le pregunta si está enferma ya que antes dijo que tenía calor, y ahora dice que tiene frío. Por si a las dudas, Saitama le arroja una cobija para que se arrope y logre sentirse más cómoda.

Fubuki se frustra al ver que a este hombre realmente no le interesa nada, así que decide tomar medidas extremas. Entonces usa sus poderes para hacer crecer su erección, él se asusta sin comprender qué es lo que le ocurre. Fubuki le dice en tono inocente que no sabía que había causado ese efecto en él, pero con gusto lo ayudará a resolver su gran problema. Saitama intenta detenerla, pero ella rápidamente saca su polla, que resulta ser más grande que su cara. Fubuki quiere llevársela a la boca, tentada por lo enorme y jugosa que se ve.

Comienza por pasar su lengua por la punta, jugueteando y rodeándola lentamente. Luego, muy suave se la lleva toda a la boca, tratando de chuparla entera. Involucra sus pechos para darle una buena rusa y causarle mayor placer. Saitama no puede resistirse a sus excelentes habilidades para complacerlo, así que cada vez más gime extasiado por lo que le hace sentir. Fubuki lo nota, y juguetonamente le pregunta si quiere que se detenga, pero por supuesto que Saitama no quiere que pare de satisfacerlo, mucho menos ahora que está tan involucrado.

Ella continúa complaciéndolo con sus pechos y su boca, para luego preguntarle si prefiere que se mantenga dándole placer con sus tetas o con su boca. Pero él no puede responder su pregunta porque inmediatamente comienza a sentirse al límite y se corre dentro de su boca. A ella le encanta su sabor, resulta que su semen es muy dulce y definitivamente Fubuki quiere más de él… Entonces usa sus poderes para romper su camiseta y dejarlo enteramente desnudo. Se sube sobre su polla y comienza a montarlo como nunca mientras él chupa sus pezones.

Ambos disfrutan de sentir sus cuerpos conectados en una perfecta sintonía, mientras él disfruta particularmente de acariciar y juguetear con sus enormes pechos. Saitama la folla tan fuerte que ella no puede contenerse más y llega al mejor orgasmo de su vida. Ella dice que necesita usar el baño para darse una ducha y limpiarse después de esa intensa sesión de sexo. Pero aún queda algo por hacer, así que Saitama se mete al baño y le dice que deben acabar bien las cosas.

Él frota su enorme polla entre su trasero, y ella le dice que ya era hora de que lo hiciera. Después separa los cachetes de su trasero y le pide que la haga suya de una vez, lo cual él hace obedientemente. Y comienza a penetrarle su culo muy duro hasta que se lo rellena por completo de leche. Definitivamente la deuda ha sido saldada, pero Fubuki espera que se vuelva a repetir.