El señor y la señora Maheswaran disfrutan de jugar un poco cuando están cachondos. Ella es una doctora que lo cuidará y le revisará la polla profundamente. Y él un oficial que la castigará severamente por todos sus delitos.

Durante su chequeo, la doctora Maheswaran introduce sus dedos en el culo de su esposo mientras le chupa la polla. Ella es muy buena dándole placer, por lo que él no tarda mucho en estallar y derramarle todo el semen en las tetas.

Ahora es el turno del oficial Maheswaran, que revisará cada orificio de su esposa para verificar que está todo correcto. Comienza por meter y sacar un dildo de su culo, poniéndola en cuatro y haciéndola gemir sin parar. Cuando ya está lo suficientemente mojada para recibirlo; le mete la polla entera.

Sin embargo, ambos son demasiado ruidosos cuando follan y se hablan sucio. Por lo que su hija Connie no puede evitar escuchar todo y no puede dormir. Es un poco difícil para ella lidiar con la vida sexual tan activa de sus padres.

Al día siguiente, durante el desayuno, el señor Maheswaran decidió que le apetecía comerse el culo de su esposa. Así que le bajó el pantalón y comenzó a chuparle todo el coño y el culo. Cuando está completamente empapada, el señor Maheswaran comienza a penetrarla sobre el mesón.

Ellos solamente piensan en follarse y comerse mutuamente, sin importarles si su hija está allí. En la ducha, en el comedor, en la cocina… En todas partes lo hacían incluso en presencia de Connie.

Por lo tanto es normal que ella decidiera que también podía follar en cualquier lugar con su novio Steven. Por eso cuando el señor y la señora Maheswaran encontraron a su hija montando la polla de Steven, no tenían realmente cara para poder reclamarle nada.