Ayumu iba todos los días a la enfermería a visitar a su querida Neesan, Ryouko, simplemente porque le gustaba verla. Ese día que iba a buscarla para volver juntos a casa, se la encontró en una impactante escena, viendo como jugaba con sus inmensos pechos, dándole placer a un estudiantes, mientras otros dos se pajeaban, hasta acabar en su cara.

Al día siguiente, Ayumu se encontraba en la cama de la enfermería, aunque decía estar enfermo. Era evidente para Ryouko que solo fingía, así que le indico que no iba a saltarse clases, pero podía quedarse hasta acabar el receso para “recuperarse”.

No obstante, Ayumu no quería faltar a clases, sino que solo quería estar con su Neesan, recordando con nostalgia esos días donde ella lo cuidaba y le dejaba poner su cara en sus pechos.

Como si leyera su mente, la enfermera se puso sobre él, con la excusa de revisarlo. Después de quitarle su camisa, Ryouko utilizó su estetoscopio para revisar el pecho caliente del chico, para luego ir bajando hasta su dura erección. Era lo más caliente que tenía el chico.

Para solucionarlo, la enfermera se desviste, quedando solo en sus bragas. Nuevamente se monta a horcajadas sobre el, desvelando que ella sabía que la vio anoche con los otros estudiantes, y que seguramente quería hacerle lo mismo que ellos le hicieron.

Esas palabras sirven para excitar todavía más. Su temor se fue y comenzó a apretar sus enormes tetas, frotando su dura erección sobre su culo. Ella estaba impresionada por el cambio, aunque no esperaba que Ayumu terminará rompiendo sus malas únicamente para poner su pene entre sus nalgas.

Ayumu quería correrse en su culo, y nadie lo iba a detener, así que continuó frotándolo hasta acabar entre la intimidad de la enfermera. Al hacer esto, Ayumu reflexionó sobre su situación, y entendió que podrían descubrirlos, pero Ryouko no iba a dejarlo ir sin corregirlo.

Por lo cual, la mujer volvió a sentarlo, y con sus grandes senos empezó a pajear su dura polla igual a como lo hizo con los estudiantes el día anterior. Finalmente, Ayumu podía sentir lo que otros chicos sintieron antes, y estaba fascinado por la magnífica presión que su Neesan aplicaba con cuidado.

Pero él quería más, así que la empuja debajo de él, para así poder chupar sus inmensas tetas y jalar sus duros pezones mientras follaba sus tetas, hasta correrse en la cara.

Ryouko podía sentir el semen caliente llenar su cuerpo, lo que la hizo querer subir de nivel. Con sus manos, abrió su vagina estrecha, rogando que la penetrara. El chico le dio un oral para preparar y después empezó a follarla con su inmensa polla.

Ayumu podía sentir sus paredes apretarlo, excitando bastante. En ese momento, Ryouko le confesó la verdad, solo había pajeado a otro estudiantes con sus senos para que Ayumu la viera y se pusiera celoso, nunca antes había tenido sexo con nadie, siempre estuvo esperándolo a él para darle su primera vez.

La revelación emocionó profundamente al chico, logrando follarla con mayor fuerza mientras comparten un íntimo beso, hasta correrse en su interior. Desde ese día, ambos decidieron que a diario Ryouko lo iba a examinar entre clases.

Dicho y hecho, los estudiantes empezaron a oír éstos gemidos sin explicación salir de la enfermería. Ryouko siempre montaba a su querido hermano en una de las camas de la habitación salvajemente, y no lo dejaba ir hasta que llenará su vagina con su semen caliente, marcándola. A pesar de llevar meses en esa situación, era imposible para Ayumu cansarse, siempre iba a amar a su querida Ryouko-Neesan.