Una chica voluptuosa, con mascarilla y completamente desnuda se masturba frente a la cámara mientras habla con sus seguidores. Ella mete su vibrador en forma de pene dentro de ella mientras gime con fuerza y agradece por las donaciones, para terminar con la transmisión abre sus piernas frente a sus fans y les agradece por seguirla.

A la mañana siguiente la chica se levanta para ir a clases, se arregla y come algo. Antes de irse, su madre le dice que también llegará tarde ese día, por lo que tendrá que comprar su propio almuerzo.

Nonohara Yuzuca era una estudiante como cualquier otra, pero su pasatiempo favorito era masturbarse, ya que su madre trabaja en la noche y ella pasa mucho tiempo sola. En las escuela no tiene muchos amigos y siempre se sienta a un lado mientras desea regresar a casa lo antes posible.

Una tarde, antes de regresar a casa de la escuela, encuentra un sobre en su casillero, preguntando si se trata de una carta de amor se dirige al baño de chicas para abrirlo, pero una vez allí, lo único que encuentra son fotos de sus transmisiones y una nota citando la al salón del club de cine.

Por miedo a que difundan su secreto, Nonohara va hasta el salón, donde se encuentra con un compañero de clase. Ella le entrega el sobre y le dice que no sé trata de ella, pero el chico saca más fotos de la Yuzu en uniforme deportivo, en el que se ve el mismo lunar que tiene la chica de la transmisión.

El gordo pervertido le insiste que el uniforme y su voz son iguales, que más bien es raro que nadie la haya reconocido, además de ofrecerle un trato, él no dirá nada si ella se deja grabar haciendo lo mismo que en sus transmisiones. Nonohara lo piensa por un momento y ya que solo se trata de grabarla y no habrá contacto físico acepta el trato.

El chico prepara la cámara del club y Yuzu se coloca la mascarilla, pidiéndole también que no grabe su cara. La chica hace su saludo habitual como siempre lo hace y empieza a quitarse la ropa, pero mientras lo hace empieza a sentirse realmente excitada a pesar de la situación.

La chica se toca como de costumbre y se corre rápidamente, luego toma su vibrador y juega con él, para luego meterse. Yuzu gime de placer hasta correrse y le pregunta al chico si con eso fue suficiente, pero el chico se lanza sobre ella. Nonohara al principio se niega, pero el chico le inyecta una droga que la hace sentir mucho más excitada.

El chico empieza a follarse a yuzu con fuerza en distintas posiciones, corriendose dentro de ella una y otra vez, y aunque por fuera la chica se niegue, por dentro quiere cada vez más, nunca antes había sentido una polla y realmente le gustaba todo lo que el chico le estaba haciendo.

El chico siguió follándola una y otra vez hasta cansarse, dejándola exhausta y llena de semen. Nonohara después de ese día no volvió a ser la misma, sin importar cuántos vibradores usará le costaba correrse por su cuenta, nada de eso era suficiente, quería volver a tener una polla dentro de ella.