Una tarde entre clases, Mina se encontró con Tokoyami y aprovechó para agradecerle por haberla salvado en la Isla de Nabu. Al parecer, lo último que recordaba antes de desmayarse fue la silueta de Tokoyami sobre ella, protegiéndola de los escombros luego de un derrumbe. Expresó que podía pedirle cualquier cosa que necesitase.

Aunque el héroe insistió en que solo hizo lo que cualquier héroe y amigo haría, y que no hacía falta que le diera las gracias. Mina no estaba muy contenta, ya que había preparado una mejora de moral con la cual ayudar a su amigo. El chico terminó por aceptar el regalo que ella había preparado.

La heroína llevó al chico a un área oscura para darle su regalo y, sin previo aviso, sacó su polla de su pantalón y comenzó a succionarla. Al ver la mirada llena de lujuria en sus ojos a medida que chupaba cada centímetro de su pene, solo pudo interpretarlo de una manera. ¡Esa chica definitivamente era un súcubo!

Mina comenzó a frotar su coño a medida que lamía cada parte del miembro de Tokoyami. Estaba tan húmedo que había comenzado a chorrear jugos del amor a través de sus bragas. Por un momento, sacó la polla de su boca como si estuviese lamiendo una deliciosa paleta, elogiando al chico.

Ella señaló que no esperaba que la tuviese tan grande, mientras la frotaba contra sus mejillas. Tanto el corazón como el pene del chico se estremecieron al oír esto. Mina que continuaba masturbándose mientras tocaba la polla del chico, con un montón de líquido pegajoso chorreando sobre su mano.

Solo mira qué húmeda me pusiste Dijo Mina enseñándole la mano completamente empapada y pegajosa a Tokoyami. Ella aprovechó que su mano estaba empapada y untó sus fluidos en la polla de Tokoyami, utilizándolos como lubricante.

Así que, Tokoyami… ¿Qué tal está tu moral ahora? Preguntaba con una expresión picarona mientras masturbaba enérgicamente el miembro de Tokoyami.

Espero que bastante alta… Dijo, mientras sacaba su lengua lentamente y acariciaba la punta de su polla lentamente. La heroína sostuvo su pene con fuerza y comenzó a devorarlo despacio, centímetro a centímetro. Mina apretó súbitamente sus bolas, como si intentara exprimir su contenido solo con sus manos.

Mina tenía talento para mover su lengua. Continuó lamiendo delicadamente con su lengua los costados de la polla de Tokoyami y succionándolo suavemente. Los suaves labios de Mina estimulaban la punta del pene al entrar y salir lentamente.

Seguidamente, aumentó el ritmo, masturbando al joven héroe con gran habilidad. Ella estaba ansiosa por exprimir sus jugos. Ante tanta estimulación, Tokoyami no pudo resistir y exclamó que estaba por venirse, a lo que la chica abrió la boca para recibir su leche.

Tokoyami sujetó a Mina de la nuca y empujó su pene de un tirón dentro de su boca, metiéndolo hasta el fondo de su garganta. Aunque casi se ahoga, se las arregló para no derramar ni una gota del semen caliente de Tokoyami en el suelo.

Mina se secó la boca mientras Tokoyami se disculpaba por haberse corrido de esa forma y sin avisar. Aunque para su sorpresa, ella le felicitó por lo bien que lo había hecho. Tan pronto como acabó, Mina tomó su mochila y desapareció del lugar, dejando al pobre Tokoyami desplomado en el suelo.