Star no puede creer que se haya dejado convencer por su amiga para hacer de stripper en una fiesta de cumpleaños, ella jamás había hecho algo así. Pero claro, ella es una estrella, y debe actuar como tal, así que se limita a respirar hondo y tomar la valentía para llevar a cabo su labor. Para ello debe esconderse dentro del pastel de cumpleaños y prepararse para sorprender al cumpleañeros.

El organizador está seguro de que el cumpleañeros quedará muy sorprendido con su show, así que le pide que se quede allí hasta oír la señal. Star se queda escondida dentro del oscuro pastel, esperando ansiosamente el momento en el que deba salir. Por eso en cuanto escucha las mágicas palabras «es hora de cortar el pastel», sus ojos brillan con ilusión y salta para salir y sorprender al afortunado cumpleañero.

Seductoramente pasea su dedo sobre la mezcla del pastel y se lo lleva a la boca, degustando el sabroso sabor del pastel del diablo. En ese momento levanta la mirada en busca del afortunado que la recibirá como regalo. Pero sus ojos se abren hasta el punto de casi estallar de la impresión cuando su mirada se cruzó con el cumpleañero: su padre.

Aterrada por la situación en la que se había metido, Star salta al interior del pastel nuevamente, decidida a esconderse para reclamarle a su amiga Janna por haberla
convencido de caer en una situación como esa. Rápidamente la llama y le pregunta que en dónde la ha metido, pero Janna no tiene ni idea de lo que habla y se limita a responder lo obvio; en el evento de un cumpleaños que ella ha organizado.

Star le grita que se trata del cumpleaños de su padre, pero ante la respuesta poco sorprendida de su amiga, rápidamente ella se da cuenta que siempre estuvo al tanto de quién era el cumpleañero realmente. Janna le confiesa que él había pedido una doble, por lo que duda que él se de cuenta que realmente se trata de su verdadera hija. Pero como la situación la tiene sin cuidado, su amiga se despide y deja a una Star perpleja ante la nueva información que ha recibido.

No puede creer que su padre haya solicitado alguien parecido a ella, pero no le queda mucho tiempo para procesar esa información porque su padre rompe el pastel para sacarla. Él pide verla más de cerca, e inmediatamente queda sorprendido por el enorme parecido de la chica con su hija. Manfred sonríe orgulloso por haber cumplido su objetivo, ahora su majestad podrá disfrutar por completo de lo que ha pedido.

Él disfrutará del show, pidiéndole a todos los presentes que mantengan eso en secreto ya que su mujer no debe enterarse. Star entra en pánico, sin saber qué hacer para despistarlos a todo. Al final decide seguir la corriente y dar el mejor show de su vida como una puta complaciente. Manfred le pregunta a su majestad si está gozando de su regalo, y efectivamente él se siente extasiado. Él no se resiste más y se arranca la ropa para poder rozar su erección en el medio de su trasero. Ahora Star está preparada para lo peor.