Timmy se reencuentra con su antigua niñera Vicky después de mucho tiempo sin verla. Ella sigue siendo la misma bravucona de siempre, pero Timmy ha crecido más de lo que ella se cree… Por eso le dice que lo deje en paz, ya que no está dispuesto a soportar sus abusos nuevamente.

Él se mete a dar una ducha, mientras piensa en lo molesto que es que le hayan puesto una niñera cuando ya no es un niño. Pero Vicky tiene otros planes; ella quiere seguir molestándolo. Y para ello se mete en el baño y se baja el pantalón para asustarlo en la ducha, solo que para su sorpresa, Timmy ahora es un adolescente musculoso. Su apetito sexual está a tope, así que en cuanto ve a Vicky en bragas su polla se levanta automáticamente.

Ella piensa en lo grande que tiene la polla, está demasiado sorprendida. Timmy intenta excusarse con que ha sido una reacción nerviosa, tratando de ocultar que en realidad se ha puesto cachondo. Vicky no se esperaba que él estuviera en tan buena forma ni que su polla fuese tan grande. Por eso se pone tan caliente que le dice que le ayudará a bajar su erección.

Vicky se saca la camiseta, y Timmy se alarma al verla desvestirse. Ella le dice que como es la causante de la erección, deberá ayudarlo a arreglarla. Él le da las gracias, y ella procede a masturbarlo ágilmente, dándole mucho placer. De pronto Vicky se detiene cuando él finalmente está por correrse, por lo que Timmy procede a reprocharle que se haya detenido en ese momento.

Ella le pregunta que si quiere que se detenga, claramente él le dice que no. Entonces ella le pide que se calle, ya que ella sabe lo que hace. Por eso se mete la polla entre sus tetas y le hace una muy buena rusa que logra que el chico se corra en toda su cara. Ella le dice que no ha aguantado nada, internamente orgullosa de sus habilidades. Pero como él ha soltado tanta leche, ella asume que ya ha acabado.

Solo hay un problema, Timmy ha vuelto a tener otra elección. Vicky no puede creer que se le haya vuelto a levantar tan pronto, pero nuevamente decide ayudar. Por eso se baja las bragas diciendo que tendrá que usar otra parte de su cuerpo para darle placer. Aunque claro, de una vez le aclara que no se corra adentro.

Ella se sienta sobre él frotando un poco su coño con su dura polla, y le pregunta si alguna vez había hecho eso con una chica. Pero Timmy sigue siendo virgen, así que le dice que no, y eso es algo que le emociona aún más. Desvirgar al pequeño tonto le excitaba un montón, por eso suavemente comienza a introducir su polla muy adentro de ella.

Timmy no puede creer el nivel de placer que está sintiendo, jamás había sentido algo así. Por su parte Vicky también se siente muy bien con la polla del chico adentro, y su orgullo no le permite gemir por el placer que le está causando. Pero pronto le cuesta aguantarlo e inconscientemente empieza a gemir.

El chico no se cree que tenga a su niñera bravucona gimiendo, y eso lo calienta aún más. Por eso levanta sus piernas y la empotra con más fuerza y ánimo. Timmy le lame las axilas apasionadamente, y Vicky se impresiona de que tenga este fetiche. Él se siente tan bien que está por correrse, así que le avisa a la pelirroja que la sacará. Pero ella no quiere que se la saque aún; desea que se corra adentro.

Él la levanta y empieza a empotrarla de pie, dejándola completamente impresionada de su resistencia. Después de acabar, Timmy le comenta que le gustaría que volvieran a hacer eso otra vez algún día, y Vicky gustosamente acepta. Después de todo, es su niñera. Pero todo esto se arruina cuando la mamá de Timmy entra y los consigue allí desnudos. Parece que sus planes han cambiado.