Stan, Francine y Roger se preparaban para asistir a un retiro de parejas, dejando a los niños Smith solos en casa. Mientras ellos no estaban, Steve se convertiría en el hombre de la casa, mientras que Hayley se convertiría en la mujer de la casa. Una vez que los padres se fueron, ambos se prepararon para una noche de sexo con sus respectivas parejas.

Más tarde ese día y luego de tomarse varias copas de Champagne esperando a Jeff, este llamó para decir que no se presentaría, ya que se iba a quedar en casa jugando videojuegos. Aunque Hayley estaba muy excitada para irse a dormir, por lo que sacó su consolador, dispuesta a conseguir algo de diversión.

La chica inmediatamente comenzó a lamer el juguete sexual, metiéndolo hasta lo profundo de su garganta y lubricándolo para lo que se venía a continuación. Una vez se quitó toda la ropa, Hayley comenzó a meter su juguetito en su coño, empujándolo hasta que llegó hasta la base. Siguió masturbándose, incrementando la rapidez hasta que este hizo que se viniera.

Habiendo acabado de divertirse, bajó para ver cómo se encontraba Steve. En la sala de estar, se encontró con Steve, el cual salió corriendo a su habitación llorando. Luego de hablar con él, descubrió que su novia lo había dejado por ser un virgen y un mal besador.

Determinada a consolarlo, su hermana le dio un beso y le dijo que lo ayudaría a perder su virginidad. La chica estaba ebria y seguía algo caliente por lo de antes, por lo que no iba a desperdiciar una oportunidad de tener sexo, incluso si era con su hermano.

Hayley comenzó chupando la polla de Steve, acariciando la punta y devorándolo hasta la base. La mujer tenía tanta experiencia con el oral que no tardó mucho en hacer venir a su hermano virgen. Luego de tragarse todo el semen caliente de su hermano, la chica abrió las piernas y le ofreció su coño caliente, el cual añoraba una polla desde la mañana de ese mismo día.

El chico no dejó pasar la oportunidad y hundió la polla en el coño húmedo de su hermana, el cual no tardó en empaparla. Hayley estaba sorprendida, pues no se imaginaba que la polla de su hermano encajaría perfecto en su coño. Los dos eran muy compatibles.

Mientras la metía, Steve podía sentir lo resbaladiza y caliente que era la vagina de su hermana. Era tan cálida que sentía que su polla se iba a derretir. Habiendo entrado el calor, el chico comenzó a chupar una de sus tetas, mientras masajeaba la otra.

En tanto, la hermana comenzó sus clases de sexo y le pidió a Steve que sacara y metiera su polla una vez más. El chico obedeció y embistió su coño hasta que se tragó su polla por completo y continuó repitiendo el procedimiento, llevando a Hayley al punto del orgasmo. Ambos se corrieron a la vez, entremezclando sus jugos en el interior de la chica. Aunque acordaron no hacerlo de nuevo, seguían calientes, por lo que continuaron follando como conejos.