Su nombre era Elizabeth. Vestía como una mujer de la mafia y tenía un trabajo para su hombre, aunque este dejaba en claro que le costaría caro, ella ya tenía su forma de pagar. Ella entonces empieza a desvestirse, abriendo su culo y dejando expuestas sus jugosas tetas para el hombre.

Este intenta procesarlo, pero cuando ella empieza a frotarse sobre su entrepierna le queda más que claro. Así que, el hombre empieza a follar la vagina de Elizabeth, abriéndola con su masculinidad mientras la tomaba del pelo, golpeándo su culo hasta lograrla hacerse correrse.

A continuación, la propia Elizabeth debe cabalgar al hombre que contrató, dejándolo al borde del clímax para empezar a hacerle una mamada. Es ahí cuando el hombre se corre en toda la boca de la mujer.

El sujeto se disculpa por el atrevimiento, lo que hace que Elizabeth se burle, pues pronto lo iba a sentir. De pronto, un destornillador asesina al sujeto, deja muerto a Comstock, y Elizabeth queda cubierta de sangre y semen, con una imborrable sonrisa en su rostro.