El Androide 16 fue reconstruido por la Androide Número 21. Parecía un milagro, aunque este era incapaz de mover su cuerpo a voluntad. La mujer científica no lo trajo por su mera bondad, sino que lo hizo para usarlo como una máquina que expulsa grandes cantidades de semén que incrementarían su poder.

Número 21 entonces se quita su ropa, exponiendo sus grandes pechos y su estrecha vagina, y comienza a disfrutar de la gran y gruesa polla de 16, dándole un placer al fornido que apenas podía articular palabras.

Cuando Androide 21 empezó a apretar su gran polla con sus inmensas tetas, solo fue cuestión de tiempo para lograr que se corriera, llenando su cara y pechos con el cálido semen que deseaba. Con sus dedos empezó a limpiarse y echar todo el líquido en su boca, saboreando su dulce sabor.

Al hacer esto, Androide 21 logró transformarse en su forma Majin, aumentando su fuerza y sus pechos. Ella quería más, por lo que dirigió su pequeño cuerpo sobre la gran polla de 16 y empezó a cabalgarlo con fuerza, sintiendo como golpeaba la profundidad de su vagina mientras ella misma chupaba sus sensibles pezones.

Los androídes estaban disfrutando de el sexo salvaje hasta que 16 volvió a correrse, ahora en el interior de 21, dotándola de un mayor poder como quería. Pero todavía quería, por lo que sacó a su arma secreta para eso. La Androide Número 18, totalmente desnuda y encadenada para hacerle lo que quisiera.