Ashiji había recibido unos nuevos piercing por bluetooth, estaba tan emocionada que mostró cómo se los ponía en sus duros pezones. Ella quería ver cómo funcionaban, pero sabía tan poco de tecnología que no entendía porque no encendían, incluso si lo tenía al máximo.

En ese momento, la chica se da cuenta que le faltó estirar la lengüeta para activarlo, pero por no bajar su volumen antes de hacerlo, los vibradores empezaron a activarse al máximo, provocando un gran placer en Ashiji, haciéndola gemir y botar leche en sus pezones.

La chica estaba avergonzada, así que buscó apagar la cámara, aunque el público sigue viendo como los vibradores siguen funcionando, y Ashiji continúa masturbándose. Finalmente, la chica queda satisfecha y cansada, así que se acuesta a dormir, dejando su cuerpo desnudo e inconsciente para ser visto por millones de personas en casa.