En esta parodia porno de Dexter, su madre está completamente feliz porque Dee Dee y su padre se irán por unos días y eso la dejará a ella sola con él. Ella está segura de que se divertirán cuando estén a solas, pero Dexter no piensa lo mismo. Así que en cuanto se quedan solos, él le grita a su madre que será un día del asco, y será por su culpa. Después de hacer su gran berrinche corre hasta su habitación y se oculta allí a reparar una de sus más recientes invenciones.

Su madre no entiende para nada la reacción de su hijo, y está decidida a obtener lo que quiere de él. Por eso no se queda tranquila y sube para buscarlo y enseñarle que no puede tratarla así, mucho menos cuando ella esperaba un día increíble con él. Cuando finalmente cae en cuenta que quizá solo está aburrida, se le ocurre un plan infalible para hacer que su hijo cambie de parecer. Luego de prepararse regresa hasta la puerta de su habitación, caminando sigilosamente en puntillas y la toca para llamar su atención.

Dexter abre la puerta completamente irritado por ser molestado por su madre, y se consigue con la sorpresa de que su madre está enteramente desnuda y en cuatro. Ella espera que eso funcione para hacer que su hijo cambie de parecer. Pero comienza a dudar cuando ve que solo la observa sin tener ninguna reacción. Pero él simplemente no sabe distinguir si está alucinando o si en realidad su madre está allí en esa posición.

De pronto reacciona y se acerca hasta su trasero, admirando lo enorme y jugoso que se ve. Con sus dos manos lo apretuja, sintiendo lo rico y suave que es a su tacto. Definitivamente es la alucinación más exquisita que ha tenido, y no cabe duda que nadie lo juzgaría por hundir su cara en ella. Así que no se contiene más, y mete su cara en medio de las nalgas de su mamá. Ella se ríe un poco por lo bajo, pensando en lo idéntico que es Dexter a su padre; ambos son unos adictos a los traseros enormes.

Dexter hace el mismo gesto que hace su padre cada vez que la ve en cuatro, pero al ser tan joven e inexperto, tiene mucha más emoción y admiración que cualquiera. Y al ver lo entusiasmado que está, ella decide darle la oportunidad de divertirse con su trasero. Sin embargo le pone como única condición que tendrán que hacerlo abajo, ya que ella tiene que revisar unas cosas en la cocina.

Para hacerlo bajar, ella sale corriendo y tal como lo esperaba; Dexter la sigue como un perrito faldero. Es un adicto al trasero, y ahora que lo tiene así, no hay duda que hará todo lo que ella quiera. Así que le pide que se siente tranquilo en el sofá, y luego le quita su pantalón; alegando que es día de lavandería. Ella se sienta a un lado de él y le dicen que ahora que están solos, ambos pueden asegurarse de que el día no sea un asco… Para cumplir su palabra, se hace una coleta y se pone en posición para empezar a chupársela a su pequeño hijo.