Timothy fantaseaba con su hermosa maestra, fantaseando como montaba su gran polla con su enorme culo negro. Sus ensoñaciones son interrumpidas por la propia mujer que le avisa que su clase terminó, y se había quedado dormido. La maestra Pamela decide que lo castigará por su comportamiento.

Por lo cual, ambos van a su oficina, donde empieza a recriminarle sus distracciones. Cuando la maestra pide una explicación, Timothy solo dice entre murmullos que sus únicos pensamientos eran sobre lo mucho que quería comerle la vagina. Solo ver su cuerpo, había excitado al joven hasta tener una gran erección que la maestra Pamela notó.

Timothy incluso empezó a mostrar mayor confianza, tomándola del brazo para intentar convencerla de coger. Ella supone que su adicción al porno, la hizo tener una falsa confianza, así que decide subir su vestido y mostrar sus bragas para intimidarlo.

No obstante, su estudiante aplastó su cara en su entrepierna, empezando a chuparla, mientras la empujaba sobre su escritorio. La maestra Pamela estaba indignada, pero igual empezó a soltar sonoros gemidos, pues el chico sabía cómo comerse un coño y usar su lengua.

La maestra llegó a su clímax y empujó a su estudiante para que la dejará descansar, pero Timothy quería más, así que desabrochó finalmente su erección y la puso sobre la cara de su maestra. La maestra Pamela quería detener eso, pero la sensación de una polla en su cara, las manos de “Tim” apretando sus tetas morenas la ponía muy caliente.

De pronto, cedió a la tentación y chupar las bolas del chico. El chico entonces la preparó, y puso su cabeza boca abajo para empezar a follar su garganta con fuerza. “Pam” se perdió en su lujuria y tomó el cuerpo del chico para profundizar las penetraciones, tragando toda su polla hasta que finalmente terminó corriéndose en su boca.

Pam decidió enseñarle un nuevo trabalenguas a su estudiantes, y aprovechando que Tim seguía duro, empezó a besarlo, para empezar a montar su polla. Su estudiante era virgen, y sentía orgullo de ser la primera mujer que probaba su carne, ya entendía la fascinación que tenía con sus tetas, así que las aplastó en su cara, mientras continúa montándolo.

A continuación, acostó al chico para seguir follándolo, mientras lo deleitaba con la vista de su culo abierto. Tim ya no estaba fanfarroneando, sino que estaba tan sometido, hasta el punto de que su nariz sangrará. Pam estaba feliz como su alumno la cogía a cuatro como una perra, jalando sus cabellos hasta hacerla tener su orgasmo.

Finalmente, se corrió una segunda vez en su coño. Pero no fue la última, los dos estuvieron horas encerrando, follando como locos, y el chico se volvió a correr sobre sus tetas, en su culo, su garganta, la maestra estaba más que satisfecha, y dejó la promesa de repetir eso una segunda vez.