El Maestro Roshi había logrado detener las flamas de la Montaña de Fuego con su poderosos Kamehameha y el grupo de Goku fueron capaces de obtener una nueva espera del dragón. No obstante, el viejo estaba lejos de terminar con ellos, y los siguió hasta la ciudad.

Para que los ayudará, Bulma había dejado que el viejo agarrara sus tetas a su gusto, aplastando su cara sobre ellos, e incluso los tomó para poder frotarlos sobre su gran polla hasta correrse en ellos. Aunque el hombre había logrado disfrutar, resulta que Bulma nunca le dejó tocar sus tetas, sino que todo fue un engaño de Oolong. Así que ahora, había venido a reclamar la recompensa que merecía.

Por su parte, el grupo conejo acorraló al grupo de Goku por confundir a Bulma como una de sus miembros por el traje sexi que usaba. El niño intentó salvarla, pero los hombres lo derrotaron y se llevaron a Bulma, aunque ella rechistaba, ellos igual rasgaron su traje para poder clavar sus dedos en su vagina húmeda.

Los chicos trataron a Bulma como la traviesa coneja que era, y empezaron a follar su boca y su vagina húmeda hasta correrse sobre ella. Fue en ese momento que Roshi llegó para noquear a los hombres con su bastón, pero lejos de rescatar a Bulma, quería tomar su turno.

Sin titubear, enterró su gran polla en Bulma, haciéndola gemir con fuerza, y moviéndose salvajemente. Aquella lucha solo provocó que ella quedará de espaldas, así que el maestro anciano aprovechó de levantar sus piernas para poder volver a follarla de cabeza, golpeando profundo en ella, hasta llenarla con su semen.

Ella estaba exhausta, pero los hombres todavía no habían terminado con ella. Uno de los hombres conejo despertó y acordó con Roshi follarla su vagina caliente, mientras él penetraba su culo. La peliazul no estaba contenta con esto, pero igual sintió como Roshi le quitaba la virginidad de su culo con rudeza.

Los dos hombres le daban una doble penetración que la hacía gemir por todo lo alto, sintiendo como su barriga se hinchaba cuando liberaron su carga caliente en ella. A pesar de sus quejas, la chica parecía ir disfrutando, poniéndose más húmeda cuando Roshi la hizo saltar sobre su polla, mientras los hombres conejo golpeaban sus blancos senos con sus pollas.

Después de que terminarán de correrse dentro en ella, los hombres quedaron satisfechos con aquel encuentro y esperaban repetirlo. Solo que ella no estaba tan a gusto, por lo que tomó un palo y ella solo los dejó medio muertos en el piso. Luego fue a golpear al pequeño Goku, quien no la había defendido, lista para irse de aquella ciudad llena de pervertidos.