Dipper ha quedado en pasar todo el día con su hermana, pero Pacifica ha ido a buscarlo muy molesta porque la ha dejado esperándolo por mucho rato. Se lo lleva a rastras y Mabel siente curiosidad por seguirles. Pacifica mete a Dipper en un cobertizo y aprovecha que están solos para sentarse sobre él.

Él comienza a comerle las tetas, jugueteando con sus pezones. Mientras tanto, Mabel los observa desde una ventana. Ella no puede creer que su hermano la haya dejado abandonado por hacer eso, pero a la vez se siente muy cachonda de solo verlo. Ella escucha cómo Pacifica grita de placer al sentir a Dipper dentro de ella.

Pacifica salta sobre la polla de Dipper muy profundamente hasta que él se corre a chorros adentro. Su coño queda chorreando y ella se retuerce de placer. Una vez terminan, Dipper regresa a casa. Allí se encuentra a Mabel esperándolo, y ella lo invita hasta su habitación. Luego lo lanza a la cama y le pone las tetas en la cara.

Ella está muy curiosa por sentir lo que sintió Pacifica, y está muy celosa de compartir a su hermano. Mabel aprovecha de subirse a su polla y comienza a saltar sobre ella; su coño chorrea de placer mojando por completo su pene. No se detiene hasta que él se corre adentro y sus fluidos se entremezclan.