Korra está enferma con una fiebre muy alta, por lo que duerme profundamente. Pero Mako comienza a verla mejor, así que piensa en irse a dormir también y dejarla descansar. Justo cuando está por salir de la habitación, se da cuenta que Korra está haciendo ruidos extraños mientras duerme y se mueve de una manera muy particular. Mako se acerca a ella para ver qué le ocurre y si se encuentra bien, pero en cuanto se acerca se da cuenta que en realidad está profundamente dormida.

Él se relaja, pensando que quizá solo estaba delirando un poco por la fiebre. Y de repente comienza a escuchar como ella gime su nombre, logrando que él se sonroje como un tomate. Mako empieza a preguntarse qué estará soñando como para ponerse así… Y en ese preciso momento Korra se quita la manta de encima dejando al descubierto que está en bragas.

De pronto Korra se quita las bragas, y Mako se pone muy nervioso preguntándole qué hace. No puede evitar tener una gran erección ante la imagen que está teniendo de su ex, ni mucho menos puede dejar de mirar lo que está haciendo. Ella se toca las tetas mientras se mete dedo con la otra mano, todo esto gimiendo su nombre y poniéndolo aún más cachondo.

Mako comienza a sentir unas inmensas ganas de tocarla, e inicia un gran dilema moral entre si debería o no. Pero su polla a punto de estallar dentro del pantalón no le deja más opción que actuar; se muere por follarla. Por eso se quita la bufanda y ata sus manos para tenerla a su merced, y se sube sobre ella.

Mako acaricia su cara y desliza suavemente su dedo hasta sus labios, y de repente ella chupa sus dedos; enloqueciéndolo aún más. Él no puede contenerse más, así que saca su polla para frotarla un poco por su vagina. Comienza a acariciarla de arriba a abajo para sentir algo de alivio, pero se siente tan bien que no puede evitar deslizarla hasta dentro.

Estando adentro del coño de Korra comienza a moverse para sentir lo mojada y apretadita que está. La besa y ella le corresponde jugueteando con su lengua. Poco a poco Korra empieza a abrir sus ojos hasta que se da cuenta de lo que realmente está pasando. No está alucinando, Mako realmente está sobre ella follándola mientras duerme.

Korra le pregunta qué está haciendo, se siente muy confundida por la situación. Pero prontamente se da cuenta de lo que ocurre, y aunque Mako intenta explicarse, no hay manera de explicar sus manos atadas con la bufanda. Ella se da cuenta que todo ha sido real, y que Mako se estaba aprovechando de que dormía.

La furia recorre el cuerpo de Korra y hace fuego control para deshacerse de la bufanda. Mako intenta explicarse, pero finalmente decide disculparse y decirle que tiene todo el derecho de estar enojada. Él está dispuesto a dejar que lo mate si es lo que ella quiere. Ella está muy dolida y decepcionada, quería hacer eso con él, pero no quería que ocurriera así.

Mako le pide que no llore, que él lo hizo solamente porque no pudo resistirse a su belleza. Aprovecha la oportunidad para confensarle que la ama, y ella salta sobre sus brazos y le pide que se quede a su lado. De pronto ella se sube a su polla y comienzan a follar nuevamente…

Pero eso realmente no está sucediendo; resulta que Korra sigue soñando con Mako y murmurando cosas extrañas. Él está sentado frente a ella cuidándola sin entender lo que está pasando. Se pregunta si estará teniendo una pesadilla, pero no tiene ni idea lo bien que se la está pasando en sus sueños.