Por primera vez, Courtney y su esposo iban a una fiesta de swingers, en una de las noches más “alocadas”. Sin dar muchas explicaciones, la recepcionista le da a Courtney una camiseta de “I LOVE BBC”, sin que ella o Mark sepan lo que significa, y unas bragas que resaltan su enorme trasero.

Mark a su mujer con ropa que apenas la cubre, y lejos de estar incómodo, la elogia, ya que sabía que sería la envidia del resto de hombres. Eso sí, siempre manteniendo su regla de solo ver, y no tocar.

Al club llega un grupo de hombres de piel oscura, bastante dotados, que impresionan tanto a Courtney como a Mark. Entre ellos, destaca Terrell, quién presenta su inmensa polla como “el gran Terrell”. A pesar de su descaro, Courtney no ve ningún problema en quedarse con él, con la bendición de su esposo, quién estaría abajo.

A pocos minutos de estar solos, Courtney y Terrell se dirigen al bar a tomar unos tragos. Mientras Courtney lo servía, siente bajo sus nalgas el inmenso pene de Terrell, que incluso flácida puede notar lo grande que es. El hombre insiste en que compruebe por sí misma lo grande que podía volverse.

Inicialmente, Courtney se muestra reacia por respeto a su marido, pero al final decide que solo tocar no haría daño. Lo que desconocía, era que todo estaba siendo transmitido en la sala con su marido, él y todos los hombres podrían ver como Courtney seguía pajeando a Terrell, poniendo su polla en su cara, y lo mojada que su coño se ponía.

La excitación empieza a dominar a Courtney, hasta el punto que aceptar hacerle una mamada al “Gran Terrell”, aunque la cabeza apenas cabía en su boca, igual lograba disfrutar su sabor. Y el hombre logró recompensarla por su labor, llenando su boca con su esperma caliente.

La carga caliente no solo cubrió la cara de Courtney, sino también su ropa y piernas. Para “ayudarla”, Terrell le quita su pequeña camisa, para horror de Mark que apenas podía creer lo que ocurría.

Con sus inmensas tetas al aire, Terrell le promete a Courtney mostrarle lo que era una verdadera “BBC”. Algo que llama la atención de ella, así que se deja guiar hasta una habitación, donde la tira a la cama, y expone su vagina caliente.

Terrell ni siquiera tuvo que darle más placer a su coño peludo, de lo dilatado que estaba, así que de una empezó a penetrarla. Courtney había dicho que solo le metiera la punto, para no faltar el respeto a Mark, pero al final terminó decidiendo que quería que la cogiera hasta el cansancio.

Mientras su marido observaba por la cámara, Courtney estaba siendo follada de frente, jalando sus propios pezones. Ya no le interesaba la fidelidad del matrimonio, sólo quería ser la mujer de Terrell. Sin ninguna consideración, le dice a Terrell lo mucho que llenaba su chocho con su miembro, y lo mucho que lo deseaba.

Terrell la recompensó dándole unos buenos azotes a sus nalgas blancas, mientras seguía follándola hasta acabar dentro de ella, con tal fuerza que golpeó su útero.

Un rato después, Courtney volvió con su marido, despidiéndose de Terrell de forma educada. Ninguno dijo nada de lo que sucedió, y cuando la recepcionista les preguntó si disfrutaron de la experiencia de la fiesta, ambos se mostraron alegres, afirmando que volverían pronto.