Era sábado por la mañana y Scotty todavía dormía tranquilamente cuando sintió cómo alguien subía las persianas. Seguidamente recibió un cálido beso en la frente, y ya supo de quién se trataba: su profesora Gloria.

Su profesora Gloria era maravillosa y muy cálida, ella no tardó en darse cuenta que algo en Scotty se había despertado animado al sentir su presencia. Ella cuidaba de él, tanto así que cariñosamente acariciaba su pene y lo introducía a su boca generándole alto placer.

Scotty se sentía muy afortunado de tener una profesora tan buena como ella, que lo atendía incluso un sábado por la mañana. No pudo evitar preguntarse cómo es que había llegado a ser tan afortunado.

Fue allí cuando recordó cómo hace dos años había conocido a su nueva profesora de escritura, la preciosa señorita Gloria Hailey Cow. Cuando Scotty la vió por primera vez inmediatamente se sintió atraído.

Todos los compañeros de Scotty percibían lo mucho que él miraba a la señorita Cow. Y no tardaron en burlarse de su creciente gusto hacia la nueva profesora. Para muchos era una anciana y estaba muy gorda, pero para Scotty ella era perfecta.

Fue en ese entonces que descubrió el término MILF, y llegó a la conclusión de que ella definitivamente era una madre a la que le gustaría follarse. Claro, él sabía que sería difícil, después de todo ya ella tenía hijos y era mucho mayor para él.

Pero eso no lo detuvo al momento de escribir sus sentimientos por ella. A veces escribía poemas bonitos, pero mayormente le gustaba escribir sus fantasías sexuales más oscuras. Constantemente imaginaba el calor de sus piernas, la manera en la que deseaba tenerla y repetía en su cabeza las distintas posiciones en las que la pondría.

Era mucho mayor, así que debía tener experiencia. Y eso a Scotty le encendía mucho. Tener sexo con la señorita Scotty se convirtió en su mayor deseo. Poder tener sus enormes pechos en su cara y besarlos, o poder sentir su culo gordo rebotar sobre su pene mientras se lo metía profundamente.

Scotty sentía que ella podría ponerse en diversas posiciones extrañas y disfrutaría cada una de ellas. Y así todos los días escribía estas fantasías que se repetían en su cabeza.

Todo transcurría normal hasta que la señorita Cow lo pilló. Ella pidió leer lo que él tanto escribía en clases y que le impedía concentrarse en lo que ella explicaba. Scotty se sintió aterrado mientras veía cómo ella leía lo mucho que él quería metérsela.

Lo que no se esperaba es que la señorita Cow le gustara leer aquellas palabras. Después de clases la profesora le pidió hablar con él a solas y le dijo que apreciaba ser deseada por alguien más joven, pero que debía concentrarse más durante clases.

Para ello, le ofreció clases extracurriculares. Scott recordó claramente cómo sintió sus tetas chocando contra su cara por primera vez. Eran sumamente cálidas y cómodas. En aquel entonces él pensó que eso solo quedaría allí. Pero no. Su relación con la profesora Gloria apenas empezaba…