Un buen día, aprovechando que su amigo Kevin no se encontraba en casa, Ben aprovechó la oportunidad para seducir a su prima, la cual se encontraba recostada en su habitación, sin bragas y hablando con su novio por teléfono. Sin que se diera cuenta, el chico se transformó en cuatro brazos, dispuesto a enterrar sus dos enormes pollas en el cuerpo de su primita.

Aunque Gwen estaba intimidada por la presencia de tales pollas y se resistió un poco a la idea, no pudo evitar contenerse al sentir como los enormes penes del alienígena acariciaban su culo y su coño. Ben sabía que solo hacía falta un poco de persuasión, por lo que empezó a empujar sus pollas llenas de protuberancias en el coño y culo de su prima.

Los agujeros de Gwen se aferraban fuertemente a las pollas como si no quisiera soltarlas, imaginando lo que sentiría al devorarlas por completo. Ben al ver que Gwen dejaba de prestarle atención la empujó a la cama, arrancando su blusa de un movimiento y dejando ver los delicados senos de la pelirroja.

Ben entró en acción y embistió los agujeros de su prima con sus enormes pollas, casi aplastando su útero y entrañas en el proceso. Gwen dejó salir un gemido de placer mientras continuaba hablando con su novio, el cual le preguntaba si se encontraba bien. La chica apenas podía mentir, ya que experimentaba un intenso orgasmo.

Fue entonces cuando Ben la tomó en sus brazos y la alzó en el aire, sin sacar sus pollas del cuerpo de su prima. Las pequeñas protuberancias en sus penes rozaban cada recoveco del interior de la chica, mientras presionaban su útero y entrañas con cada embestida.

Ben aprovechó para explorar cada centímetro del cuerpo de su prima, colocándola en distintas posiciones. Follaba su culo y su coño estando de pie, contra su cama e incluso hacía que la chica cabalgara sus penes, mientras la sujetaba de las caderas y hundía sus pollas en su interior.

Mientras los primos se divertían follando como animales, sin molestarse en disimular, Julie, la novia de Ben llegó a la cada. Las pollas del alien, a punto de eyacular, crecieron dentro del coño y culo de Gwen, amoldando aún más sus entrañas a su forma. En un último impulso, Ben sostuvo a su prima contra la cama y, empujando sus pollas hasta el fondo, vació sus bolas por completo, llenando a Gwen de sus espesos fluidos alienígenas y llevándola al clímax nuevamente.

Julie, habiendo visto tal escena, le dio un buen regaño a Ben, reclamando que hoy era su turno. A pesar de que habían terminado con su relación, seguían siendo teniendo sexo constantemente. La chica se quitó toda la ropa y se subió sobre Gwen, dándole a elegir al joven héroe cuál coño quería satisfacer primero. Era hora de ser héroe otra vez.