Una madre trabajadora se preparaba para salir, dejando a sus queridos hijos solos, obviamente pidiéndole al menor que cuide de su perezosa hermana mayor. En cuanto la mujer se va, la hermana hace que su hermanito le pase la cerveza que toma con su culo.

Luego le pide que le de unas salchichas, así que el chico le pasa los hot dogs, solo para que ella los tiré con su culo, pues la salchicha que quería era la de él. Entendiendo lo que quería, el joven empezó a follar el culo de su hermanastra, apretándolo con sus manos, mientras ella se quejaba que no la dejaba ver la tele.

El sexo no parece haber cambiado mucho su relación, pues al día siguiente ambos seguían con sus peleas, discutiendo porque la hermanastra no quería darle la leche a su hermanito. Como siempre, su hermanito tuvo que ceder, y su mamá le agradeció prometiéndole una recompensa al volver de su trabajo.

Como el chico quedó a cargo otra vez, le tocaba meter los bollos al horno para comer. No obstante, su hermana quería que metiera un bollo en su horno, y lo dejó claro abriendo su bata para él.

Llegados a este punto, el chico estaba cansado y amordazó a su hermanastra con su propia bata, pudiendo disfrutar de su cálido cuerpo desnudo lleno de perforaciones. Aún así, no se sentía capaz de cruzar esa línea y dejó que su polla se frotaba sobre la entrada caliente de su hermanastra.

Ella fue consciente de sus dudas, así que empezó a revelarle cosas que lo hicieron enojar, como que fue ella quién borró sus partidas, o inició rumores en su escuela. Su plan funciona y su hermanito empieza a darle cachetadas, tomarla de la cara y enterrar en su vagina húmeda su gran polla.

Su hermanastro es tan rudo y agresivo, que la chica no puede evitar gemir sorprendida, ya que él estaba dispuesto a embarazarla con su semén. Para demostrarla, siguió follándola profundo, apretando sus senos perforados hasta correrse en su vagina con fuerza.

En ese momento, volvió su madre que no estaba nada feliz. Obviamente no esperaba que su hijastro se empezará a llevar bien con su hija hasta el punto de follarla, y menos que le diera nietos de esa manera. En realidad, ella quería ser quién tuviera los hijos de su hijastro.

Al ver como su madrastra empieza a desnudarse para él, el chico vuelve a ponerse duro como piedra y folla sobre la mesa a la mujer mayor, llenando su vagina morena con su semen caliente. Todo mientras la hermana los miraba con envidia, poniéndose caliente nuevamente.