Ijime wa Mama ni Seisai o!!

Kenta Sato es un padre preocupado de 31 años, su hijo estaba sufriendo bullying y le recrimina a la madre, Yu Adachi de 25, quien defiende a capa y espada a su chico, incluso si un montón de niños ya habían denunciado las actitudes de este. Todos los niños sufrían por la incompetencia de la mujer y Kenta no lo soportaba.

Era un juego de matones, y él tendría que aprender a jugarlo. Con esta idea en mente, Kenta invita a la mujer para hablar nuevamente, bajando al sótano de la escuela cuando no había nadie. Yu lo sigue, sin rechistar, esperando que deje de molestarla luego de eso.

Al bajar a la habitación, el hombre le confiesa que ese sitio estaba insonorizado y tampoco había nadie en la escuela para pedir ayuda. Estaba atrapada con él, y le mostraría lo que se sentía ser intimidado. Lejos de asustarse, Yu solo se mofa de Kenta, pues, ¿qué iba a hacer?

El hombre se da cuenta que él es quién está atrapado ya que no iba a golpear a una mujer, no sabía cómo molestar ni quería hacerle un daño verdadero. Yu nota su duda y lo empuja para irse, pero este termina tomándola del pecho para hacerla para atrás, tocando su pecho sin querer.

Kenta se disculpa, pero se da cuenta entonces que ese podría ser el acoso que necesitaba. Así que, vuelve a estampar sus manos sobre sus inmensos pechos apretándolos con fuerza, y luego baja una mano hasta su entrepierna, frotando su vagina sobre sus bragas.

La mujer empieza a gritar que se detenga, pero el no para, masturbándola hasta que empieza a sentir como se moja. Eso era lo que una abusadora como ella necesitaba, así que decide enterrar sus dedos en su vagina, burlándose como un extraño hacía con ella lo que quería.

Yu le pregunta si acaso la iba a violar, lo que hace que el se burla de que piense que le interese una mujer mala como ella. Aunque tal pensamiento lo inunda, y empieza a ver su cuerpo a detalle, sus nalgas firmes y carnosas, sus muslos suaves, y la voltea así puede quitarle su camisa y disfrutar más de su pecho.

Solo con sus dedos, logra que Yu tenga un orgasmo que llena el piso. El continúa diciéndole lo sucia que era para avergonzarla, pero la rubia no cede y lo insulta. Guiado por el enojo, o tal vez por la lujuria, Kenta decide subir al siguiente nivel y sacar su inmenso pene.

Solo al verlo, Yu queda pasmada, pero no tiene oportunidad de quejarse, siente como es levantada por la cintura y de una Kenta entierra su pene en su vagina húmeda. Sintiendo lo apretada que era, y cómo la abría con cada penetración.

Ella estaba gimiendo como loca, siendo golpeada contra la mesa, sintiendo como el hombre la seguía penetrando hasta acabar en su interior. Luego de esto, este la deja caer al piso sin pesar. En ese momento, la culpa empieza a surgir en Kenta, dándose cuenta que había abusado de una mujer, por lo que corre asustado del sitio.

El estuvo a la espera de que la policía lo detuviera, pero un mes pasó y nadie vino. El hijo de Yu incluso dejó de molestar al suyo. No entendía qué pasó, pero de aquella mujer no esperaba lo mejor, por lo que decide ir a confrontarla.

Cuando va a su casa, Yu obviamente intenta correrlo, pero él solo quería pedirle una sincera disculpa y se fuerza a entrar. Ella tiembla, y el hombre parece pensar que es por él, pero se da cuenta que su vagina también goteaba y sus pezones estaban duros. Se había estado masturbando con un consolador en su cama.

En ese momento, entendió la razón por la que nunca lo denunció, lo había disfrutado. El marido de Yu trabajaba en el exterior y seguro no tenía quién la complaciera. Una teoría que ella termina aceptando, por lo que el decide ayudarle.

Sé el primero en valora este Comics.

Promedio: 5 / 5. Votos: 7

Categorías