Para impedir que su hermano obtenga las piezas de la armadura de Marte, Andy, Terry, Mai y Joe ayudan a Zulia en su búsqueda. Cuando cae la noche, el grupo decide dormir, y por circunstancias del destino Mai y Andy terminan compartiendo habitación.

Aunque la ninja esperaba que ambos durmieran en la misma cama, Andy ya era más que consciente de sus segundas intenciones, así que decidió irse a entrenar. Cuando Andy regresó de bañarse, encontró a la mujer dormida como un tronco, o eso parecía, pues mientras la miraba ella se quitó su cobertor, dejando parte de su pecho al descubierto.

La vista avergonzó a Andy, por esas cosas no quería estar junto a Mai, ya que siempre le salía con esas tácticas de seducción. Incluso empezó a dudar que en verdad estuviera dormida, y era solo otro de sus planes. Él no iba a caer, por lo que se acerca a centímetros de su rostro para reclamarle como acababa siempre con su paciencia, como inundaba sus pensamientos.

Precisamente, por contemplar su belleza, Andy termina robándole un beso. Ella si estaba dormida, pero le corresponde el beso con su lengua, pensando que está soñando, claro que el sabor dulce de su amante rubio y su calentura le deja claro que era la realidad.

Andy se aparta, avergonzado por lo que hizo, pero ella le recrimina que tendrá que terminar lo que inició. Entonces, ella vuelve a besarlo, poniéndose sobre él, y rompiéndole la camisa. Mai no iba a dejarlo escapar de su “pelea” en esa vez, y se coloca su lazo en el peso como una forma de retarlo.

El está totalmente rojo en su cara, y cuando Mai deja al descubierto sus inmensas tetas, no puede evitar tener una gran erección. La ninja lo nota y, sin perder tiempo, le baja el pantalón para empezar a comerle la polla, saboreando con besos su sabor, y pasando su saliva por toda su longitud.

El rubio le pidió que se detuviera, pero no le hacía caso, y entre más placer experimentaba, más le alegra que lo hubiera ignorado. Cuando ella empieza a usar sus tetas para pajearlo mientras le da su mamada, Andy está por llegar a su clímax y empuja su cabeza hacia abajo para que saboree todo su semen caliente.

La chica estaba llena de felicidad, pues eso se sentía intimar con la persona que amas. Ella quería más, y el ya no podía ocultarlo tampoco, empujándola para romperle su bata y tener su cuerpo desnudo para él. Se acerca y mientras sus cuerpos desnudos se conectan, le susurra al oído que haría lo que le plazca con ella.

Ellos vuelven a besarse con lenguas, está vez con Andy mostrándose más dominante, sujetando con firmeza sus senos, apretandolos, y descendiendo en un camino de besos por su cuello hasta llegar a ellos. Entonces comenzó a chuparlos, mordisqueando sus pezones a la par de apretarlos.

Andy siguió descendiendo, llegando hasta su coño estrecho, el cual empezó a chupar, devolviéndole el placer del oral hasta que la mujer tuvo un orgasmo en su cara. Andy se burló de que los líquidos jugosos eran su recompensa por hacerla llegar, irritando a su amante. Pero él no quería molestarla, sino que en verdad se sentía afortunado por tenerla, finalmente aceptando sus sentimientos.