En este caliente cómic de Zillionaire, Angelica, una chica está sufriendo con el peso de las cajas de su mudanza. Su madre ha enviado a su hermanastro para que la ayude, sin embargo él solo se queda allí observando como ella levanta todo sola. Mientras ella se queja de lo pesadas que están, él no para de decirle que realmente no están tan pesadas como ella dice.

Su hermanastro le pregunta si no sabe levantar el peso con su espalda, mientras ella le cuestiona que se supone que él ha sido enviado allí para ayudarla con sus cosas. Pero justo en ese momento ella siente cómo cruje su espalda, haciéndole saber que se ha lesionado. Por suerte se trata de la última caja, así que ya puede acostarse a descansar un poco su espalda.

Ya está instalada en el dormitorio de la universidad, y su hermanastro está a un lado mirando su celular. Ella le pide unos analgésicos para su dolor de espalda, pero él le dice que están en el carro de su madre y ella no estará allí hasta las 3. Ella ya no puede soportar más el dolor, así que le dice que como es su culpa por no ayudarla, lo mínimo que puede hacer ahora es darle un masaje.

Él no está de acuerdo con que sea su culpa, pero ella le dice que si al menos le hubiera explicado cómo levantar el peso correctamente, entonces no estaría así. Ante la queja y exigencia de su hermanastra, el chico finalmente accede a hacerle el masaje. Se sienta sobre ella, haciendo que su polla roce un poco su trasero; algo que ella percibe de inmediato y le dice que la mueva para que no esté tocandola.

Para relajarla un poco, él empieza a masajear su espalda, moviendo sus manos hacia arriba suavemente. Algo efectivo para callarla, ya que ella se siente tan bien que gime un poco del placer. Él le pregunta cómo se siente, y ella le dice que comienza a sentirse mejor. Pero cuando él le pregunta si continua así, su hermanastra le pide que baje un poco más, pero cuanto más baja, acaba con sus manos en su trasero.

Ella le dice que está cerca del punto, pero que se refería a más arriba, solo que él ya no piensa subir sus manos de allí. Después de haber sentido lo jugoso que es su trasero, ahora tiene ganas de tocar más allá. Por eso hace a un lado su diminuto short y empieza a acariciar su coño. Le pregunta qué tal le parece su técnica, ya que ella se ha quedado en silencio.

Su hermanastra gime, quedándose sin voz y sin poder mediar palabras. Finalmente le dice que podría ser mejor, y como él está decidido a darle un buen masaje; le arranca el short y hunde su cara en medio de sus piernas. Usa su ágil lengua para juguetear con su clítoris y enloquecer a su hermanastra. Pero no se conforma con eso, así que también introduce sus dedos para darle mayor estimulación. Su polla se pone muy dura de solo mirar y sentir lo empapado que está el coño de la chica.

No quiere ser el único que esté dando placer, y está ansioso por también recibirlo. Por lo que se pone del otro lado frente a la cara de su hermanastra y le dice que no puede sacarse la polla porque sus manos ya están ocupadas. Ella está muy ansiosa por probar su polla, así que le baja la bragueta con los dientes y la deja salir. Ya está como una roca, así que de inmediato golpea fuertemente su cara.

La chica comienza a chupar su polla hasta sentirla en el fondo de su garganta, su hermanastro gime de placer y le comenta que jamás pensó que sería tan bien
recompensado por su masaje. Él le folla la boca profundamente hasta que no puede contenerse más y se corre. Derrama abundante semen, y aunque ella intenta tragárselo todo, le cuesta beberlo por completo.

Pero la diversión no acaba allí, ya que su hermanastro aún tiene ganas de más. Así que se posiciona detrás de ella y frota un poco su polla por su coño hasta finalmente introducirla. Los ojos de la chica se iluminan se iluminan de placer y todo el rubor sube a su cara con la calentura que siente al ser follada. Pero de pronto él empieza a aumentar la fuerza y velocidad de sus embestidas, y ella no entiende porqué la está follando tan salvajemente de repente.

Ni se imagina que su hermanastro ha aumentado la velocidad porque su madre está por llegar a la habitación. Él no para de apresurarse para llegar al orgasmo antes de que ella entre, y justo logra correrse e inmediatamente se viste. En ese instante se abre la puerta y la madre de Angelica entra a la habitación. El chico ya está sentado a la orilla de la cama con una sonrisa inocente.

Él se disculpa por no haber contestado sus llamadas y se excusa con que estaban lidiando con el dolor de espalda de su hermanastra. Su madre dice que entonces ya no necesitará las píldoras para el dolor, pero Angie no para de quejarse del dolor diciendo que su hermanastro le ha debido provocar una escoliosis. Él se ríe diciendo que ella sigue siendo igual de desagradecida que siempre.