Lora es una cazadora de recompensas en busca de obtener el rango más alto y convertirse en la mejor cazadora de su gremio. Para lograrlo tendrá que atravesar un puente vigilado por el trol, quien no le dejará pasar de gratis.

Y aunque ella a no lleva dinero consigo, el trol está mayormente interesado en jugar con el enorme trasero de Lora. Ella está dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para alcanzar su objetivo, por lo que decide jugar con el trol a cambio de poder pasar.

Una vez el trol logra obtener una mejor vista del jugoso agujero del culo de Lora, comienza a pensar en todas las posibilidades que éste le ofrecía. La pequeña cazadora le pregunta en qué consiste el juego. A lo que el trol responde sonriente a que solo deberá adivinar las tres cosas que meterá por su agujero.

Primero Lora siente algo largo, cálido y bastante húmedo, no pudo evitar gemir de placer al sentir su culo mojarse. El trol lamía rápidamente y sin piedad de las súplicas de Lora, que se encontraba al límite del placer.

El trol disfrutaba saborearla, por lo que no se contuvo en lamer, chupar y sentir todo el interior de su culo. Lora sabía claramente que se trataba de su larga lengua, por lo que pasó la primera prueba.

Ahora el trol decide subir el nivel de dificultad. Suavemente introduce un dedo en el culo de Lora, contándole la historia de un solitario que ha perdido a sus hermanos. Éste pequeño solitario había encontrado refugio en su húmedo y cálido agujero.

Y aunque disfrutaba jugar y medir la elasticidad de este escondite. Disfrutó aún más cuando sus hermanos se le unieron. Mientras le contaba esto, introducía el resto de sus dedos y masajeaba el interior de su culo con toda su mano.

Metía y sacaba la mano del culo de Lora con fuerza mientras le preguntaba quiénes eran los hermanos que tenía jugando en su agujero. «Tus dedos» responde Lora entre gemidos.

Satisfecho, el trol lame cada uno de sus dedos saboreandolos. Y ya sin perder más el tiempo, procede a embestir a Lora con todas sus fuerzas. Sintiendo cómo su culo apretado abrazaba su enorme pene.

Lora sabía bien qué era lo que estaba sintiendo, por lo que entre gritos dijo que se trataba de su pene. El trol no paró hasta bañarla con toda su leche dentro de su culo. Después observó como éste chorreaba y mojaba las piernas de Lora.

Como Lora había cumplido con el trato y el trol había disfrutado de su juego, le permitió a la cazadora continuar con su misión.