A la casa de Odoroki-Kun llega Akane exponiendo sus pechos. El detective se sorprende, pero su compañera no deja lugar al pensamiento, quitándose las bragas y abriendo su vagina con sus dedos, preparándola para su “investigación científica”.

Antes de que Akane pudiera hacer algo, un grito los interrumpe. Minuki interviene porque ella esperaba enseñarle su truco de la pantaleta a Odoroki-Kun aprovechando la situación. Así que la chica se sienta sobre la cara del detective, y se quita la pantaleta para preguntarle si le gustaba la vista de su vagina abierta.

Mientras sucedía esto, Akane también aprovechó de sentarse sobre el gran pene del detective. Odoroki-Kun dejó de rechistar y comienza a hacerle un mamada a Minuki, mientras Akane continua cabalgándolo. Ambas chicas entonces se ponen una encima de la otra, para poder recibir la carga de semen de Odoroki-Kun en sus vaginas al mismo tiempo.

En otro momento, Odoroki-Kun estaba investigando un caso, pensando en cómo resolverlo, cuando su línea de pensamiento es interrumpida por la llegada de Akane, quien, ruidosamente, se comía unas papas.

La científica inmediatamente nota que su amigo tiene problemas en resolver ese caso, así que dice que ella podrá solucionarlo utilizando la medicina especial que preparó ayer. Odoroki-Kun, curioso, le pregunta para qué servía el medicamento, aunque Akane se muestra críptica en sus respuestas.

El frasco estaba tan bien sellado, que cuando finalmente logra abrirlo, termina regando todo su contenido sobre Odoroki-Kun y sobre ella misma. El detective se muestra algo confuso por el olor que empieza a excitarlo. Akane también empieza a reaccionar bastante raro, poniéndose muy cerca de él.

Minuki recorría los pasillos en busca de Odoroki-Kun, cuando empezó a oír gemidos en la casa, así empezó a seguir los ruidos. Estos provenían de la habitación donde estaba Odoroki-Kun. El abogado tenía los pantalones abajo, y follaba sin control a Akane.

Mientras abría sus nalgas para penetrar más profundo, el abogado sigue preguntándole a la científica qué era ese medicamento, a lo que ella responde que no lo sabe mientras masajeaba y apretaba sus propias tetas.

Odoroki-Kun la recrimina por esto, aunque parece disfrutar de esto, mientras empieza a follarla de frente, para verla a los ojos mientras se corre dentro de ella. El detective le pregunta si está bien ahora, pero la científica solo toma su pene para darle un oral.

Ella aún tenía los efectos de la medicina en su cuerpo, por lo que abre sus nalgas, lista para una segunda ronda. Odoroki-Kun la regaña por ser una chica mala y vuelve a penetrarla, ahora por su culo. El detective la arrincona en la pared, y la folla con fuerza, tomando los pezones de Akane, diciéndole que no era una científica de verdad.

Akane no se toma bien esto, pero continúa sometiéndose al detective. En ese momento, Minuki entra a la habitación, sorprendiendo a ambos. Inmediatamente, Akane saca una segunda botella de medicina que echa sobre Minuki, supuestamente como un acto reflejo del susto.