Leni Loud no encontraba su ropa interior, así que entra a la habitación de Lincoln para preguntarle si la tenía. Lo que no esperaba era que su hermano menor no solo la tuviera, sino que andaba oliéndola mientras se masturbaba.

Leni se molesta porque ensucie sin razón sus bragas favoritas cuando podía pedirle el favor, así que le quita sus bragas, y ella misma empieza a pajear el pequeño pene de su hermano hasta que se corre en su mano.

Sin embargo, incluso después de esto Lincoln seguía duro como roca, así que Leni abrió con sus manos su coño para que metiera su pene. Lincoln así lo hace y penetra a su hermana, aunque inmediatamente se siente culpable por hacerla sangrar.

Ella lo cambia explicándole que eso suele pasar cuando una chica pierde su virginidad, confesándole que no había una persona más importante que su hermano para darle su “primera vez”. El se ve conmovido y empieza a penetrar con gran velocidad a su hermana mayor.

La rubia empieza a gemir de forma constante, disfrutando el tacto de su hermano, hasta que este le baja el sostén para empezar a devorar sus grandes tetas, mordisqueando incluso sus tetillas, mientras profundizaba sus penetraciones.

El salvajismo de su hermano la volvía loca, hasta el punto de que empezaba a sentirse mareada y le rogaba que frenará, pero él seguía follándola sin piedad hasta que finalmente terminó corriéndose en su interior.

Lincoln se siente culpable por todo lo que le hizo a su hermana, habiéndola desvirgado, pero ella le quita la culpa, dándole un dulce beso a la frente, diciéndole lo mucho que lo quería, mientras lo frota sobre su pecho. No obstante, la rubia sí le hace prometer que no volverá a robar su ropa interior, pues era una falta de respeto que se masturbara con ella cuando era su hermana.