Maddie Fenton está acostumbrada a cazar fantasmas exitosamente sin ser pillada por nadie. Pero hoy no será su día de suerte (¿o sí?).porque justamente ha sido encontrada por un policía. El oficial está casi seguro que se trata de una peligrosa criminal, así que le apunta con el arma.

Ella le asegura que no es una criminal y que solo es una trabajadora que ha salido un rato a tomar aire. Pero él no le cree, especialmente por su sospechosa vestimenta de látex y con la cara cubierta. Por eso comienza a revisarla y tocar todo su cuerpo para ver si encuentra algún arma oculta.

El policía está por arrestarla y le pide que coloque sus manos sobre su cabeza. Pero Maddie no entiende porqué procede tan pronto a arrestarla si ella no ha hecho nada malo, así que intenta convencerle de su inocencia. Sin embargo el policía insiste en que lo resolverán en la estación.

Comienza a tratarla un poco brusco cuando la esposa; algo que despierta un poco la calentura de la señora Fenton. Ella sigue insistiendo en que no es una criminal, pero el oficial no está nada dispuesto a creerle. Entonces procede a quitarle la máscara, cuando ve su rostro al descubierto queda completamente encantado por su belleza.

Por supuesto que no quiere arrestar a una mujer tan guapa, pero debe hacer cumplir la ley… Pero Maddie está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de no pisar la cárcel, y eso es precisamente lo que le dice al oficial. Él no duda dos veces en aceptar, así que rápidamente le planta un gran beso y comienza a manosearla.

Ella le pide ver su enorme polla, y él se la saca para metérsela profundamente en la boca. Maddie se la lame toda y goza de lo gruesa y jugosa que es. No puede resistirse más y le pide que se la folle fuertemente. Él se la mete y la empotra contra la patrulla; sintiendo su empapado y apretado coño. La señora Fenton se ha portado muy mal y merece el duro castigo del oficial, por eso él le dejará ir por esta vez con solo una advertencia.