En este cómic han pasado muchos años desde que Dexter entró a su laboratorio. Después de múltiples experimentos fallidos y los constantes sabotajes de su hermana Dee Dee; él simplemente desistió con la ciencia. Haber tenido que dejar su pasión más grande afectó considerablemente la vida de nuestro pequeño genio, que creció siendo huraño y fracasado en todo. Por su parte, su hermana ha logrado todo lo que se ha propuesto, convirtiéndose en una chica muy exitosa.

Ahora que ella está fuera de casa por un viaje de estudios con su padre, Dexter siente que es la oportunidad perfecta para regresar a su guarida. Es el momento perfecto para que él se convierta en el hombre que siempre quiso ser y logre acabar su experimento más importante. Cuando su computadora despierta, lo primero que hace es destacar con su emblemática ironía, que el chico ha crecido notoriamente. Él no tiene tiempo que perder, así que ignorando el sarcasmo de la máquina decide concentrarse en su necesidad por rescatar la ciencia moderna.

Por eso comienza por activar su cámara de rejuvenecimiento cuántico, que logra dejarlo mucho más joven de lo que está en la actitud. Se coloca su antigua bata y se prepara para continuar con su plan de rescatar la ciencia moderna. Sin embargo, en ese momento su madre lo llama para desayunar, y por mucho que él quiera lograr un avance en la ciencia, no puede omitir su desayuno por nada del mundo.

Cuando llega a la cocina, su madre le anuncia que ha preparado su plato favorito, pero en cuanto observa que su hijo ha vuelto a usar su bata de laboratorio, se alegra mucho de volverlo a ver entusiasmado con lo que le gusta. Le da un cálido beso, y lo deja desayunando para irse a dar un buen baño relajante. Ya en el baño, su madre comienza a desvestirse mientras piensa en las sensaciones extrañas que le ha causado ver a su hijo con su antiguo traje.

Está muy contenta de que por fin él tenga algo en qué ocuparse que lo haga feliz. Ella hace mucho que no ha tenido sexo ni emociones fuertes… quizás su hijo pueda construirle un papá robot ahora que su hijo ha retomado la ciencia. O mejor aún, una polla que la complazca, realmente la parte del padre no es tan importante para ella. De momento solo le queda soñar…

Mientras tanto, Dexter hace una mezcla de pociones que acaba en una fuerte exposición. Ésto deja como consecuencia una enorme polla monstruosa y erecta. Su madre corre a ver qué ha sido ese ruido y encuentra a su hijo moribundo con la polla dura como una roca. La computadora le dice que para ayudarlo tendrá que sobreestimular su pene, lo cual ella hace por el simple hecho de ayudar a su pequeño.

Pero cuándo él se corre, ella no puede resistirse a probar su semen. Lo cual trae como consecuencia que ella también sea afectada por una lujuria interminable. La computadora sigue intentando explicarle cómo solucionar el problema, pero cada vez es más difícil encontrarle una solución a la interminable lujuria entre la madre y el hijo. Por eso se apaga y los deja a su aire.

Dexter despierta y goza de lo rico que se la chupa su madre hasta hacerlo correrse. Ella lo ha ayudado mucho con su problema, pero ahora quiere saber si su hijo también estaría dispuesto a ayudarla a solucionar el suyo cuando lo necesite… pero por supuesto, eso no será un problema para Dexter.