Lucy había estado en el baño durante dos horas, y Lincoln ya estaba harto, así que abre la puerta y entra para orinar. Lucy estaba avergonzada por estar desnuda ante su hermano mayor, pero cuando ve su polla se queda embobada, queriendo tocarla.

El peliblanco se aleja, negándose a que lo toque, aunque ella no iba a dejarlo ir tan fácil, si no era por las buenas iba a ser por las malas. Esa noche, Lucy va a la habitación de Lincoln con su ropa que apenas la cubría y le baja el pantalón para empezar a hacerle una mamada a su inmensa polla.

Se suponía que era solo una probada, pero el masculino sabor de su hermano la supera, y se desviste para empezar a penetrarse ella misma. Apenas la mitad había entrado, y ya sentía como si su vagina se destrozara.

Esos gemidos provocan que Lincoln despierte y al darse cuenta lo que sucedía, intenta que su hermana deje de cabalgarlo. Pero Lucy solo se burla porque no sea capaz de satisfacer una mujer como ella.

Después de tanta burla, el chico tiene suficiente y empuja a su hermana sobre su cama para follarla con fuerza. Tal era su brutalidad, que Lucy termina mostrando sus ojos envueltos en lujuria mientras Lincoln la cogía brutalmente.

Lo que ninguno sabía era que su hermana mayor, Lori, estaba igualmente caliente, masturbándose su vagina estrecha mientras los veía follar a través de la puerta.