La madre de Katsuo estaba frustrada porque el vago de su hijo no había bajado a comer, no atendía sus llamados y no había salido de su habitación, a pesar de prometerle que buscaría trabajo. Al entrar a su habitación, lo encuentra sentado en su computador, “trabajando” como le prometió.

El trabajo que consiguió su hijo fue creando mangas pornográficos. Algo que incomoda a su madre, dado que fue ella la que le dijo que tenía talento para las cosas obscenas cuando tuvieron sexo. Recordar eso, al mismo tiempo que ve estas imágenes, comienzan a calentar a la mujer, endureciendo sus pezones.

El nota esto, así que toma su trasero y le pregunta si podría moverse para seguir trabajando. Su madre no se molesta que la toque, sino que se extraña que no haya intentado nada, preguntándose mentalmente si acaso perdió el interés en ella.

Para ponerlo a prueba, empieza a estirarse, comentando en voz alta que estaba bastante aburrida. Al ver que esto no tiene efecto, se sienta en la cama de su hijo y empieza a hacerse aire con su camisa, exponiéndo sus inmensas tetas, mientras dice lo caliente que ha estado últimamente por el calor. Nada de esto funciona en el, o eso parece…

Aunque Katsuo no veía a su madre directamente, él estaba calentándose por notar como lo seducía, pero él mismo había buscado contenerse para poder “torturarla” a su gusto. Su madre está impresionada por su concentración, y en ese momento se da cuenta de lo mal de sus acciones, así que se disculpa y sale de la habitación, dejando a Katsuo con una sonrisa tras de sí. Era hora del paso 2 de su plan.

La mañana siguiente, Katsuo, su madre y su padre desayunan juntos. Su padre no se contiene y empieza a recriminar a su hijo por no salir de su cuarto y supuestamente trabajar en un proyecto sin futuro. Algo con lo que su esposa antes le dijo estar de acuerdo, aunque esta vez cuando ella interviene no hace más que excusar a Katsuo para sorpresa del marido.

De pronto mientras hablaba, la mamá siente una mano en su pierna, era Katsuo. Su esposo nota el sobresalto y le pregunta al respecto, pero ella miente diciendo que solo se golpeó su dedo del pie. Una excusa que sigue utilizando por varios segundos ya que no deja de sentir a su hijo juguetear con su coño por encima de sus bragas.

Solo con un par de toques, las bragas de la mujer quedan completamente húmedas de su calentura. En cualquier momento podía correrse, y precisamente ese momento era el que eligió para levantarse de la mesa e irse. El chico solo estaba jugando con su madre, y eso la molestaba.

La mamá también se levanta, excusándose para ir al baño. Esperando acabar con el trabajo que su hijo hizo previamente, aunque pronto se da cuenta que sus toques no se comparan a los dedos de su hijo. Como un llamado milagroso, Katsuo entra al baño de su madre para terminar su trabajo.