Shirase le informa a Masato y su madre que en Villa Inshesto hay una misión que le puede dar muchos puntos si se acuesta con un familiar, y hay rumores de que la recompensa será mucho más grande si se trata de una madre y su hijo.

Masato se muestra escandalizado por dicha propuesta pero Shirase lo tranquiliza diciéndole que no tiene nada de malo si quieren intentarlo. El chico se muestra incómodo, pero su madre se pregunta qué deberían hacer. Las chicas hablan al respecto pero Masato se niega por completo a hacerlo.

Ese día más tarde en la noche, la madre del chico se acerca hasta la cama de su hijo y le pide dormir con él, después de lo que hablaron en la tarde no había podido dormir. La mujer se mete en las sabanas del chico quedando sobre él, el chico intenta decirle que no debe darle importancia a las palabras de Shirase, pero ella insiste en que no tiene nada de malo, que deberían hacer lo mejor que puedan.

Masato estaba nervioso, pero su madre le parecía realmente hermosa, así que solo se dejó llevar. La mujer le dijo a su hijo que no se preocupara por nada, ella se encargaría, así que empezó a besarlo, para luego tocar el gran bulto que había empezado a formarse en sus pantalones.

La mujer dejó al descubierto la gran polla de su hijo, sorprendiendose de lo mucho que había crecido, y empezó a chuparla. Masato veía como su madre introducía el pene en su boca mientras lo miraba, para luego colocarlo entre sus grandes senos, el chico no podía contenerse más y se corrió en la cara de su madre.

El chico noto que su madre estaba realmente húmeda así que decidió devolverle el favor, la acostó en la cama y separo sus piernas dejando su sexo completamente al descucbierto, la mujer estaba avergonzada pero eso no detuvo a Masato y empezo a lamerla.

La mujer estaba realmente sorprendida por la habilidad de su hijo, después de todo ya no era un niño. Masato empezó a introducir sus dedos, para luego lamer todo su cuerpo hasta llegar a sus senos, jugo con ellos por un rato hasta que no pudo contenerse más y empezó a penetrarla.

Masato empezó a lamer los pezones de su madre mientras la seguía penetrando, y ella le pedía más. El chico no podía seguir conteniendo, la cambió de posición dejando ver su gran culo, lo que lo hizo llegar a su límite, y correrse al mismo tiempo que ella lo hacía. Masato dejó escapar toda su leche dentro de su madre mientras ella gemía de placer.

Después de terminar fue por su ordenador, descubriendo que había subido de nivel, lo que su madre aprovechó como una excusa para volver a seducirlo.