Mash estaba preocupada por su Sempai. Desde las últimas semanas él la había estado ignorando sin entender su motivo, como si estuviera enojado con ella. Después de cambiarse, observa como entra a la enfermería de Nightingale y piensa que tal vez tenía una herida que no le contó.

Pensando lo peor, Mash entra a la habitación, donde encuentra a Nightingale con la cara llena de la esperma de su Sempai. Ambos habían estado teniendo sexo, y ella se sentía estúpida por haberse preocupado.

El chico le intenta explicar, pero Nightingale interviene para revelar que el Sempai tiene unos altos niveles de mana que se concentran en su aparato reproductor, por lo que necesita liberar constantemente esos líquidos almacenados si no quiere que su poder empiece a afectarle.

El Sempai duda que le puedan creer eso, pero Mash cree eso y, de hecho, quería ayudar a que su superior se sintiera mejor. El no quería forzar a la chica a nada, pero Nightingale y Mash se ponen de rodillas para empezar a hacerle una mamada, donde la chica de lentes logra hacer una garganta profunda mientras su compañera le comía la bolas.

Esa era la primera mamada que Mash hacía, pero el placer que siente la hacía parecer una experta a sus ojos. Como una recompensa para ella, termina corriéndose en su garganta, haciendo que tragara todo su semen sin rechistar.

A continuación, Nightingale quiso saborearlo y se inclinó para ser ahora la que dirigiera el oral, chupando, subiendo y bajando la cabeza con velocidad hasta que suelta una nueva carga caliente que cubre la cara de las dos chicas.

El hombre estaba al borde del desfallecimiento, pero aún tenían que pasar al siguiente nivel del “tratamiento”. Este era que las dos chicas se pusieran unos trajes especiales que aumentan el libido. La enfermera vestía una ajustada lencería blanca que apenas y cubría sus grandes pezones, mientras Mash se puso un traje de plumas e hilos que remarcaba sus curvas.

Nada más verlas, su pene se vuelve tan dura como la piedra y se lanza a besar, directamente, a Mash. Estaba encantado con su compañera, y no puede evitar besarla apasionadamente hasta que la chica siente su lengua entumecida.

Ella estaba fascinada por el placer que sentía, con su Sempai apretando sus grandes senos mientras lamía su axila, y se trasladaba a mordisquear sus pezones rosas. La calentura invade el cuerpo de la maga, y su Sempai aprovecha de abrir con sus manos su vagina tierna para penetrarla profundo.

Ambos estaban envueltos en una burbuja de lujuria, besándose mientras profundizaban las penetraciones y aumentaban el ritmo. Nightingale estaba más desplazada, así que empieza a estimular con sus dedos la próstata del Sempai. El hombre estaba sorprendido por la invasión, pero esto termina logrando que eyacule inmediatamente, llenando el coño de su amiga.