Mientras Lincoln disfrutaba inocentemente de una cálida tarde en el campo de golf, su hermana Lori y Carol, la amiga de su hermana, planeaban secretamente cómo seducirlo para darle algo de estimulación a la sangre y divertirse un poco. Pronto, Carol puso en marcha un plan para atraer al desprevenido muchacho directo a la trampa.

La sensual rubia atrajo al chico al carrito de golf y comenzó a chantajearlo, con la excusa de ayudar a Lori porque últimamente había estado muy cansada. El chico no lo podía creer cuando Carol reveló sus intenciones, robándole un apasionado beso de lengua e instando a la hermana a unirse a la diversión.

Ah, Carol, esos son mis pantalones… y ese es mi… mi… dijo el chico con voz temblorosa a medida que la rubia comenzaba a explorar lo que había dentro de sus pantalones. En el momento de debilidad, Lori no desperdició la oportunidad de robarle un beso también a su hermano Lincoln, para la confusión de este.

¿Qué…? ¿Qué? P…Por qué es tan… ¿¡Gra… grande!? exclamó Carol cuando el enorme, grueso y venoso pene de Lincoln la abofeteó en el rostro. ¿Por qué nos has ocultado esto todos estos años? Dijo mientras comenzaba a lamer con la punta de la lengua como si fuera una paleta. Mmm Lincoln, tu polla es tan sabrosa.

La chica intentó engullir la polla de Lincoln, aunque con gran dificultad, ya que apenas le cabía en la boca. Mientras tanto, los hermanos no daban señales de detenerse, entrelazando violentamente sus lenguas. Carol parecía contenta, porque logró meter la polla en su boca hasta la mitad, nada mal considerando su enorme envergadura.

Prepárate Carol Dijo Lincoln, dispuesto a darle una recompensa por haber llegado tan lejos. A continuación, levantó su falda exponiendo su apretado coño y la colocó en posición de perrito.

Lincoln puso su pene en posición y sin pensarlo embistió el gran culo de Carol, llegando a besar su cérvix sin esfuerzo. Sus violentas arremetidas empujaban las entrañas de la chica con su enorme pene, tan rápido que hacía estremecer el cuerpo Carol. Todo esto mientras aprovechaba para masajear las tetas de su hermana, quien estaba jugando con su coño por su cuenta

Lincoln no tardó en venirse, liberando su semen caliente en lo profundo del útero de Carol, hasta que el espeso líquido chorreó por todas partes.

Pero Carol no era más que un aperitivo. Lincoln estaba a punto de disfrutar del apretado coño de su hermana, el cual estaba a punto de descubrir el placer de un pene de verdad.

La llenaste Lincoln… ya sabes, fantaseamos con esto… Ahora tienes que hacerlo conmigo Aseguró la hermana, ansiosa por probar la polla de su hermanito. Lincoln alzó a su hermana en el aire y comenzó a empujar su enorme polla en el apretado y chorreante coño de su hermana, sin saber si cabría o no.

El placer que experimentó Lori al devorar por completo tal polla con su coño le hizo venir de inmediato, con un violento orgasmo que sacudió su útero. La chica sujetaba a Lincoln con sus piernas alrededor de su cintura, mientras este arremetía ferozmente contra su vientre. Sus pechos se mecían frenéticamente al son de las embestidas de su hermano.

Hazlo hermano mayor. Por favor, lléname Susurró corrompida por el placer. Lincoln atendió a sus peticiones y empujó su polla hasta el fondo, liberando su enorme y espesa carga de semen caliente en el vientre de su hermanita. El placer de las chicas fue tal que quedaron rendidas, mientras sus coños aún brotaban chorros de semen de Lincoln