Este cómic nos trae a Janice, una chica muy sexy que tiene que cuidar a su suegro. La historia inicia cuando ella llega a casa de Donald disculpándose por su ajustada vestimenta. La chica acaba de salir de su clase de yoga y no le dió tiempo de cambiarse para ir a ayudarlo. Donald la recibe con una sonrisa, encantado de recibir a su nuera en su casa.

Su suegro es muy pícaro, así que Janice suelta una pequeña risa y bromea con que su hijo Phillip podría aprender algunas cosas de él para conquistarla diariamente. Su esposo se despide diciendo que ya se le ha hecho tarde y deja a Janice con Donald en la entrada. Su suegro aprovecha para decir que subirá a su habitación a descansar.

La mañana transcurre tranquila hasta que finalmente llega el mediodía y Janice se imagina que su suegro ya debe estar hambriento. Por eso toca la puerta de su habitación e ingresa notificándole que le ha preparado una sopa. Donald le agradece el gesto y le pide que se la deje en la mesita, lo cual Janice hace encantada. Su suegro le agradece su dulzura, y aprovecha para comentarle que Phillip le ha dicho que ella era enfermera.

Janice le responde que solía serlo antes de casarse, pero en cuanto se casó con su hijo tuvo que dejar su vocación. Después de todo su hijo está chapado a la antigua, y prefiere a una esposa ama de casa. Donald le hace saber que le preguntaba con la intención de pedirle un favor, ya que ella es una profesional en el asunto. Luego procede a añadir que aunque sea un poco vergonzoso, él necesita ayuda para bañarse desde que se lesionó la espalda. Especialmente para lavar sus brazos y piernas, y ella como está dispuesta a ayudar a su suegro en lo que necesite, acepta encantada.

Luego Janice regresa al cuarto de su suegro con un bowl lleno de agua y un trapito húmedo para ayudar a lavar su cuerpo. Pero se encuentra con un Donald profundamente dormido; ella lo observa por un momento, detallando lo tierno que se ve su suegro en ese estado. Para no desaprovechar el tiempo, ella decide mejor ponerse manos a la obra con su labor. Procede a desabotonar su camisa del pijama y se sorprende al encontrarse con un cuerpo bastante tonificado.

Para ser un hombre mayor, en definitiva tiene un cuerpo muy fornido, y aunque ella ha hecho eso un millón de veces a un montón de personas, pero jamás se había sentido tan nerviosa al hacerlo. Aún así debe continuar, por lo que sigue con sus piernas y baja su pantalón para poder lavarlo correctamente. Pero su sorpresa aumenta cuando su polla salta de inmediato y resulta ser gigantesca.

Su respiración se agita con los nervios que siguen aumentando al ver lo enorme que es la polla de su suegro; no puede creer lo gruesa que es. Comienza a sentirse tentada a tocarla, así que coloca su dedo ligeramente sobre la punta. Pero luego se contiene al pensar en lo mal que está lo que piensa hacer. Para acabar con eso, decide hacer lo que se supone que tenía que hacer. Continua lavando las piernas de Donald, tratando de convencerse de que su gigantesca polla no es un inconveniente para ella.

Pero su polla comienza a chorrearse, y para ella es difícil no excitarse al verlo. Se pregunta si quizá debería limpiarlo… Después de todo no lo puede dejar así, se supone que ella iba a lavarlo, y en cierto modo eso es parte de sus funciones. Por eso suave y gentilmente lleva su dedo hasta la puntita y limpia un poco del líquido que gotea. Para deshacerse de ese líquido, ella chupa su dedo y saborea un poco. No puede creer lo dura que está su polla mientras está profundamente dormido.

Después de dejarlo complemento limpio, Janice se va al baño a darse una buena ducha caliente para relajarse después de lo ocurrido. Mientras el agua recorre su cuerpo ella no deja de pensar en que no puede creer que haya hecho algo así, realmente estuvo mal. Pero tampoco puede negar que que fue muy excitante, además es un detalle que no le interesará saber a Phillip, por lo que podrá mantenerlo en secreto. Le gustaría poder olvidarlo también, pero aún puede proyectar la imagen de su enorme polla, es como si estuviera grabada en su cerebro sin opción a eliminarla.

Una polla tan dura y palpitante como esa es difícil de olvidar… Por más que haya sido enfermera y haya visto las pollas de sus pacientes antes, nunca había tenido a su alcance una como esa. Definitivamente ha sido la polla más grande, gorda y jugosa que alguna vez haya visto. Janice está tan sumida en sus pensamientos y en lo cachonda que la pone la sensación del agua caliente fluyendo por su cuerpo, que ni siquiera se da cuenta que Donald está en la puerta observándola.

Ella está muy calienta y no puede contener sus ganas de tocarse y darse un poco de placer para liberar la tensión que le dejó no poder comerse la polla de su suegro. Cuando por fin logra correrse abundantemente. ya se siente más liberada y cierra la llave de la ducha. hora está lista para acostarse a dormir y descansar después del día tan agotador que tuvo. definitiva ha sido un día para olvidar, solo espera que su suegro esté bien solo y le permita descansar un poco.

Pero justo cuando está por acostarse, un toquido en su puerta la detiene y llama su atención. Donald está en la puerta y se disculpa por haberla despertado, pero como ella realmente no estaba durmiendo le responde que no hay problema. En un tono amable ella le pregunta si ocurre algo; él le responde que aún se siente algo sucio, pero cree que ahora podrá bañarse solo.

Por eso le pide que le preste su baño por unos minutos, ya que el de su habitación parece no estar funcionando. Ella piensa que igualmente hay un baño de invitados en la casa, pero por no ser grosera le dice que está bien y lo invita a pasar. Donald le agradece y le asegura que estará afuera antes de que se dé cuenta. Unos minutos después, la situación escala a ser aún más embarzasosa, y Janice termina en la cama muy incómoda al tener a su suegro acostado junto a ella.

Donald le ha pedido a Janice dormir con ella durante esa noche con la excusa de que se siente solo haciendo todo por sí mismo en el cierto vacío de huéspedes. Ella acepta para no hacerlo sentir mal, pero ahora no deja de preguntarse por qué lo ha hecho realmente. Las cosas con su suegro no pueden escalar a más, y ahora él huele tan bien que es difícil resistirse…

Él se da vuelta para mirarla fijamente y le confiesa que su perfume es muy agradable, ella se pone un poco nerviosa, y titubea un poco al decirle que en realidad no está usando ninguno. Él actúa como si no pudiera creérselo y rápidamente se acerca hasta su cuello para aspirar su aroma. Janice empieza a sudar de los nervios, sintiéndose incapaz de reaccionar a su cercanía. Y su nerviosismo aumenta cuando nota que la polla de su suegro se ha levantado como una tienda de acampar.

Ella no puede creer que su suegro se haya puesto duro, y se sorprende aún más cuando él comienza a lamer su oreja descaradamente. Janice intenta detenerlo, diciéndole que en la oreja no, ya que no estaba siendo justo con ella al hacer eso. Pero enloquece aún más cuando una fuerte erección crece en su bóxer y ella no puede resistirse a su dura y formidable forma. Una pequeña mancha de presemen se hace visible y ella se siente tentada a probarla; intenta detenerse, diciendo que no es correcto hacer eso.

Donald pretende ser comprensivo, diciendo que si eso es lo que ella quiere, así será. Aún así, busca persuadirla un poco al decirle que antes de dar por cerrado ese capítulo entre ellos, lo mejor es que eche un vistazo. Él está seguro de que eso le gustaría, y no se equivoca, pues ella se queda en silencio otorgándole un sí como respuesta. Donald baja su bóxer y su polla salta a la vista, logrando que Janice babee de solo verla. Él le dice orgulloso que apuesta que nunca había visto una así.

Ella le confiesa que no, por lo que él le sugiere que entonces la mire más de cerca. Janice está sorprendida por lo grande y jugosa que es la cabecita de su polla; se ve tan deliciosa que no puede evitar saborearla un poco. Lame desde abajo hacia arriba, probando su rico sabor. Janice sabe que no debería hacer eso, pero no resiste más, así que sin titubear más, se la lleva entera a la boca. La chupa mientras usa sus manos para ayudarle a dar más placer.

Janice está enloquecida con lo buena que sabe, y Donald también se deja llevar por lo cachondo que está. Hunde su cara en medio de sus enormes pechos, sorprendiéndola por lo travieso que es su suegro. Pero le encanta cómo él saborea sus tetas, así que le pide que las chupe más. Ambos son unos pervertidos, por lo que en cuanto tiene oportunidad Donald aprovecha para bajar el short de su nuera y obtener una mejor vista de su trasero.

Él quiere obtener una mejor visión de su trasero, así que separa los cachetes de su nalga para observar su pequeño ano. Está enloquecido con lo jugoso y firme que es el trasero de su nuera, y en definitiva no puede contenerse de jugar con él. Janice se pone en cuatro y Donald aprovecha para jugar un poco con su ano, notando cómo ella se retuerce del placer. Ella disfruta mucho de lo bueno que es su suegro, no cabe duda que Phillip jamás la había encendido tanto como él.

Donald se inclina para comerle el coño y su culito, moviendo su lengua juguetonamente. Luego abre mucho su ano e introduce su lengua saboreando lo rico que es. Como toda su entrepierna ya está lo suficientemente húmeda, él prepara su polla para empezar a penetrarla. Ella le pregunta qué está por hacer, y él le dice que ella sabe muy bien lo que hará. A continuación le clava su polla y comienza a penetrarla muy fuertemente, sintiendo que su coño está fuera de este mundo.

Donald le dice lo puta que es, mientras ella realmente goza como una verdadera putita. Su jugoso coño empapa la polla del hombre, y él le confiesa que jamás había tenido un coño que lograra tomar toda su polla entera. Pero la vagina de Janice es tan cálida y profunda, que él realmente quiere destrozarla con cada embestida. Sus tetas rebotan sin parar y Donald la penetra cada vez más duro, hasta el punto de casi acabarle dentro.

Pero él se detiene porque no quiere correrse tan pronto. Después de verla tan desesperada por recibir más polla, que salvajemente la coloca en cuatro y se propone follarla como un animal. La empotra hasta hacerla gritar y pedir que se la meta más y más profundo. Cuando ya ha tenido suficiente de su coño, pasa q penetrarla por el culo, rompiéndole completamente el ano. Ni siquiera su hijo la había follado por allí, ya que cuando ella se lo pedía él le respondía que era asqueroso. Pero Donald es muy distinto a su hijo, él si sabe disfrutar de un buen culo.

De pronto Phillip llama, y Janice tiene que contestarle sí o sí, pero Donald le dice que incluso si responde la llamada él no sacará su polla de su interior. Ella le dice que es muy malo, pero aún así responde la llamada de su esposo. Phillip le notifica que llegará más tarde de lo previsto, y se disculpa por dejarla más tiempo con su padre. Ella le dice que no hay problema, después de todo su padre no es tan malo.

Y claro, Phillip ni se imagina que en realidad su padre está taladrando a su esposa aún con lo mayor que es. Justo en medio de la llamada, Janice y Donald llegan fuertemente al orgasmo juntos, empapando todo con sus fluidos, incluyendo el celular. Phillip continúa hablando, preguntando qué ha ocurrido, pero Janice ha quedado completamente saciada y agotada en la cama.