La Nee-San mayor de Souta estaba sobre él, utilizando sus enormes senos para masajear su enorme polla, una sensación que lo llevaba al borde de su límite. Alguien que no disfrutaba de este espectáculo era Rin-Chan, la hermana menor, que estaba hecha un nudillo en un rincón, irritada por ver cómo su familia se burlaba de ella.

Vemos en un flashback como ambas mujeres, totalmente desnudas, discutían en la sala sobre Souta, y quién era más adecuada para quedarse con él. Nee-San pensaba que ella era la adecuada por tener una vagina más estrecha y caliente, pero Rin-Chan la cortó diciendo que no tenía más que un culo gordo que no equiparaba su pasión en la cama.

Ambas hermanas estaban echando chispas por sus ojos, y en ese preciso momento decidió aparecer Souta. Nada más lo ven, le exigen quitarse la ropa para tener sexo, lo que nos lleva a la situación actual. Nee-San terminaba su mamada, que terminó con que su hermano se corriera sobre sus grandes pechos y su boca.

Souta estaba avergonzado, pero su hermana mayor disfrutaba el sabor salado de su hombría. Al notar que seguía igual de erecto, procedió a montar su polla, cabalgándolo de forma que él pudiera disfrutar de su gran trasero, mientras apretaba sus piernas. Al mismo tiempo, Rin-Chan era testigo de cómo el pene de su querido hermano entraba y salía de su coño con frenetismo.

La tensión del sexo termina haciendo que ella tenga un orgasmo sobre el miembro de su hermanito. Souta entonces empujo a su hermana sobre el sofa, ahora estaba sobre ella, y podía presenciar como sus tetas se agitaban y la sonrosada cara de Nee-San mientras follaba a su hermana, introduciendo su polla en lo más profundo de su coño caliente.

Una segunda vez Souta se corre, esta vez en el interior del útero de su hermana, quien estaba encantada por sentir como escurría su semen de entre sus piernas, mientras caía en la inconsciencia. Ni un minuto pasó de esto, cuando Souta ya tenía frente a él a Rin-Chan.

Ella estaba con las manos a sus espaldas, avergonzada, pero segura de que quería sentir el mismo placer. Souta se puso de pie, y Rin-Chan empezó a comerle la polla hasta ponerlo duro, saboreando la cabeza y las bolas de su hermano hasta dejarlas llenas con su saliva.

Para Rin-Chan, esa era suficiente lubricación para que él empezara a penetrarla, así que se acostó en el piso, y fue sintiendo poco a poco como Souta introducía su miembro gentilmente en su interior. El tacto era suave, poco a poco Souta iba aumentando la velocidad, sintiéndose más excitado por la mirada de su hermana.

El joven toma a su hermana por las piernas, y mientras la besa con lengua, hace que piense a cabalgar sobre su polla de pie. Un intercambio de fluídos que reflejaba la pasión de estos dos hermanos, que cogían sin parar hasta que Rin-Chan también terminó aceptando la carga caliente de su hermano en su interior.