Pokémon Kenkyuusha Sonia Kyousei Saimin Camp

Un buen día un aventurero se encontró con el campamento de Sonia mientras exploraba la zona salvaje. El hombre quedó hipnotizado por la belleza y la gran personalidad de la mujer, por lo que decidió hacerla suya a cualquier precio.

La mujer estaba preparando su famoso curry, por lo que lo invitó a comer. Aunque sin que esta se diera cuenta, el desconocido vertió medicina para dormir en su plato y esperó a que se quedara dormida para aprovecharse de ella. Una vez dormida, el hombre comenzó a amasar sus enormes pechos.

Era un desperdicio no aprovecharse de tales tetas tan lascivas, por lo que metió su pene entre ellos y comenzó a usarlos para masturbarse. Comenzó a embestir tan fuerte que su polla atravesó sus senos y comenzó a tocar sus labios. Sin saberlo, la chica comenzó a besar la punta, lo que hizo que el aventurero se viniera en su boca.

Habiendo cubierto su cara de semen caliente, se dispuso a probar el plato principal, quitándole el pantalón y dejando ver sus bragas color rosa completamente empapadas. A pesar de estar inconsciente, su cuerpo respondía a los estímulos del hombre.

El sujeto hizo a un lado su ropa interior y se aferró a sus muslos, metiendo su pene en el apretado coño de Sonia. Las enormes tetas de la chica rebotaban violentamente mientras empujaba su pene en su interior. A medida que jugaba con sus pezones erectos, el coño de Sonia lo apretaba cada vez más, como si intentara exprimirlo.

El estrecho agujero de Sonia se aferraba al trozo de carne cuando el aventurero intentaba sacarlo, parecía que deseaba tenerlo dentro, agitando sus entrañas. Finalmente,se corrió dentro de ella, llenando su útero de leche caliente. Este continuó abusando de su cuerpo, corriéndose varias veces en su coño y en su culo.

Habiéndose divertido lo suficiente, el aventurero la despertó pellizcando su clítoris, preparado para hipnotizarla. A la mañana siguiente, Sonia estaba completamente bajo su control, vistiendo ropa increíblemente lasciva al pasear por las calles del pueblo. No comprendía por qué la miraban raro.

Buscando aprovecharse de ella, un extraño se acercó por detrás de ella y metió su pene dentro de su coño. Ella no podía creerlo. Estaba siendo violada por un extraño en la calle. Para el hombre era obvio que ella estaba tentándolo con esa ropa tan lasciva.

Confundida, solo podía sentir cómo el extraño llegaba hasta el fondo de su coño, acariciando su útero desde adentro con su polla. Los pechos de Sonia se sacudían mientras él embestía su coño hasta llevarla al punto del orgasmo. Chorreaba jugo del amor, mientras su cara mostraba una expresión de intensa satisfacción.

Su mente se estaba poniendo en blanco. Se había dado cuenta de la hipnosis, pero no podía hacer nada, mientras el hombre embestía su coño desde atrás con gran fuerza. Sonia se aferraba a la polla del desconocido como si intentara exprimirla.

Ella estaba perdiendo la batalla. Su cerebro estaba siendo corrompido por el inmenso placer. Si seguía así iba a convertirse en el retrete personal de ese hombre. El hombre intensificó la hipnosis, haciendo que ella dejara de resistirse. Su coño estaba muy caliente y se estaba volviendo loca. Finalmente, se corrió dentro de nuevo, pintando sus interiores con su espeso semen blanco.

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