Estamos en un mundo donde los pokémones eran los que dominaban a los humanos. Pikachu le ordenaba a Dawn atacar con Placaje, pero la chica no se movía, confundida. Su aturdimiento sólo aumentó cuando su rival la atacó con un golpe en su estómago.

Aquel hombre, un humano salvaje, le explica que eso era lo que pasaba cuando intentaban capturar a una persona libre. Por eso, le iba a tomar mucho a alguien como ella derrotarlo. Pikachu tiembla ante la peligrosa situación y huye, prometiendo volver por Dawn.

El humano se burla de Dawn porque le hayan abandonado, dejándole en claro que eso significaba que ahora le pertenecía a él. Así que, le quita la ropa y le entierra sin piedad su polla, provocando que la chica gritara alto, sintiendo como era golpeada en lo más profundo de su útero.

El hombre dice que el gran tamaño de su polla si podría lastimarla, pero si la follaba a diario, su vagina iba a quedar lo suficientemente suelta. Dawn se asusta por sus palabras y lo patea, intentando huir, pidiendo por ayuda.

No huye mucho antes de que el hombre la tome de nuevo por los pelos, y le aclaré que con esos gemidos solo iba a atraer a más machos desesperados y atraídos por su vagina húmeda. Desde que los pokémon los empezaron a tomar como mascotas, las femeninas empezaron a escasear y las pocas que habían eran folladas en grupo.

La imagen le llega a la mente a Dawn, siendo penetrada por cada uno de sus agujeros por diferentes hombres, llenándola en lo más profundo y apretando sus piernas y tetas. Aquella fantasía hace temblar a Dawn, pues pensaba que moriría si es que apenas podía aguantar la polla de ese hombre.