Los gemidos que se oían desde la otra habitación eran bastante sonoros, y era fácil que pusieran caliente a Frank, sobre todo al ver a su hermosa esposa ponerse una sensual lencería transparente que mostraba, prácticamente, sus inmensas tetas y rosados pezones.

No obstante, la mujer no está de humor y se va a dormir. Al día siguiente, Frank conoce a Kirk y Jenna, la pareja recién casada que estuvo follando toda la noche. Inmediatamente, él queda prendado con la guapa pelirroja.

Por lo cual, su sorpresa es grande al ver que Jenna era la nueva estudiante de su clase. Como era de esperarse, le fue imposible no sentirse caliente por ella durante su clase, e intentar admirar su cuerpo durante el exámen. Incluso llegó a imaginar que Jenna le bajaba el pantalón en ese mismo instante y le diera una mamada profunda.

Desafortunadamente, su fantasía es rota por la propia Jenna que le informa que la clase acabó, y estuvo todo el tiempo viéndola. Avergonzado, sale corriendo con una notoria erección, y se dirige a la enfermería, a ver a Lisa.

La rubia de gran pecho se sorprende con su irrupción, aunque no tanto cuando este le exige su coño para follar. Esta no era su primera vez juntos, pero era la primera vez que estaba tan urgido que ni siquiera le daba tiempo de cerrar las ventanas.

El solo le bajó las bragas y empezó a follar su coño peludo, mientras masajeaba sus pechos y la aplastaba contra la ventana. Cualquier estudiante podría voltear y ver a la enfermera ser follada como una zorra, u oír sus sonoros gemidos, pero nadie lo notó.

Finalmente, termina corriéndose en el interior de su vagina, preocupando a Lisa de que eso podría embarazarla. Eso no le importaba a Frank, que seguía duro como piedra por pensar en su nueva vecina, así que le avisa a Lisa que iba a volver a follarla, ahora por su apretado culo.