“¡Ay, Caramba!”, Bart da su icónico grito mientras veía las fotos en lencería de su madre, no podía creer como su padre podía quejarse tanto teniendo a una mujer tan sexy como ella. Precisamente, esa noche, se ve como Homer se queja de los maltratos de Carl, cuando Marge solo quería que la follará.

Bart observa entre los huecos de las paredes, como Marge se va a acostar, enojada y caliente, y él mismo siente una impotencia. Esa noche, empieza a soñar como su madre le chupa la polla, orgullosa por lo grande que creció y su sabor dulce, incomparable a la birria que tenía Homer.

Cuando se corre, Bart se despierta del sueño. Pero todavía sentía un placer en su entrepierna, resulta que su madre en verdad estaba dandole una mamada hasta beber todo su semén. El chico pensaba que finalmente podría cogerse a su madre, pero Marge se levanta, y se acuesta en el sofá, ¡era una sonámbula y al día siguiente no recordaba nada, siquiera!

Curioso por la situación, decide llamar a Lisa para pedir consejos. Supuestamente, ella y Maggie estarían en el Simposio de Denver, pero en realidad estaban en un gangbang, siendo folladas en todos sus agujeros salvajemente. Mientras, Lisa es penetrada por su culo y su coño hasta llenarla de semén, ella le explica a Bart lo que quería saber, sin enterarse que hablaban de su mamá.

Los sonámbulos pueden hacer acciones que, despiertos, reprimen, y al día siguiente no recordarán nada. Sabiendo esto, Bart decide consolar a su mamá, quien lloraba porque Homero fue a un viaje de negocios sin decirle nada, invitándola el viernes a una salida para que pudiera divertirse. Algo que conmueve a la mujer madura.

Sin embargo, esa noche, lo que Bart quería era que su madre volviera sonámbula a su habitación. Eso no sucedió, sino que Marge se puso a hacer pilates a mitad de la noche, él no desaprovechó la oportunidad, y aprovechó su inconsciencia para poder agarrar su gran culo con sus manos y azotarlo como tanto soñó.

Luego, empezó a frotar su dura polla contra sus nalgas y casi se corre por esto. Bart estaba muy excitado, y no quería desaprovechar su oportunidad, así que decidió parar para empezar a chupar la intimidad de su madre, mientras penetraba su culo con su lengua, metía sus dedos en su coño, jalandolo y abriéndolo hasta que logra que se corra en su cara.

A continuación, Bart pudo cumplir su fantasía, y enterrar su gran polla en el coño apretado de su madre. Ella le hablaba sobre lo mucho que le gustaba su calor, aumentando la velocidad de sus penetraciones, pero Marge solo imaginaba que era una gran polla latina lo que rompía su coño hasta llegar a su útero.

Después de cambiar varias posiciones, Bart terminó corriéndose dentro de su madre, hasta dejarla desbordando su semén. El chico estaba satisfecho, pero todavía quería coger el culo por el que tanto fantasean él y sus amigos desde la infancia.

Cuando estaba por follar a Marge de nuevo, el teléfono empieza a sonar, despertando a Marge de su sonambulismo. Bart se oculta rápidamente detrás del sofá, pero sabía que lo iban a descubrir. Era Homero el que llamó a su esposa para avisarle que llegó a salvo, pero él cuelga, todavía enojada por eso.

Mientras se relajaba, se daba cuenta de su desnudez, y, en vez de asumir que alguien la folló dormida, cree que otra vez se masturbó con la barra de mantequilla, así que corre para limpiar la sala. Esto le da oportunidad a Bart de escapar, a pesar del riesgo, iba a aprovechar que estaría solo con su madre para poder follarla sin descanso.

Mientras, Maggie y Lisa andaban en un bar de mala suerte, donde empezaron a ser acosadas por hombres atraídos por sus grandes tetas y culo. De pronto, son salvadas por una persona que las dos conocen, al golpear a uno de sus acosadores, ¿quién era este misterioso héroe?