En el castillo de Toadstool se encuentran la princesa Peach y la princesa Daisy hablando sobre los seguidores que han obtenido. En medio de la conversación surge el nombre de Rosie, otra princesa con la que Daisy no se lleva nada bien.

Entonces Peach sugiere que la razón por la cual Daisy no obtiene tantos seguidores como ella, es porque es evidente su enemistad con Rosie. Por lo tanto, podría mejorar las cosas solucionado sus problemas con Rosie.

En ese preciso instante Peach recuerda que Rosie le ha dicho que le gustaría hablar con Daisy. Y como no es cortés que una princesa haga esperar a otra, lo mejor es que se encuentren de inmediato.

Allí Daisy es enviada al observatorio cometa. Mientras se queja de lo horrible que es viajar hasta allí, Rosie se acerca a darle la bienvenida. Automáticamente la tensión aumenta, ya que sus caras están muy cerca de encontrarse.

Ambas se sonrojan al sentir la enorme tensión sexual que ha crecido entre ellas. Pero Rosie sabe que no es el momento ni el lugar, ya que ella tiene algo más preparado para sorprender a Daisy…

Mientras Rosie conduce a Daisy por los pasillos intenta buscarle conversación. Ambas conversan sobre lo mucho que a Peach le gusta hablar sobre sí misma; encontrando un tema en común.

Una vez atraviesan el portal, Daisy se encuentra con una habitación preparada para una buena cena romántica. En eso Rosie le pregunta si no le molesta si se pone un poco más cómoda, Daisy le dice que no hay problema.

Rosie cómodamente comienza a desvestirse, dejando al descubierto sus pechos con aureolas rosadas. Daisy se sorprende, el rubor no tarda en hacerse presente en su rostro nervioso. «Quizá eso es muy cómodo para mí» le dice nerviosamente.

Rosie le asegura que eso forma parte de tener una conversación completamente abierta y dejando atrás sus diferencias. Al final Daisy acepta, y procede a quitarse su vestido también.

Al ver las enormes tetas morenas de Daisy, Rosie no puede evitar acercarse como un depredador que ha encontrado una nueva víctima. Ya estaba lista para atacar, pero Daisy la detiene diciendo que tiene mucha hambre y primero deben comer.

Aunque Rosie está decepcionada y frustrada de que sus avances aún no funcionen, sabe que todavía no desistirá. Todavía tiene algo más preparado para la princesa Daisy…