Stevonnie está algo tensa y cansada después de su duro entrenamiento con Perla. Después de todo, ella sigue siendo parte humana, por lo que no resiste tanto como lo hacen las gemas. Perla le dice que puede ayudarla, ya que ella conoce algo de la anatomía humana y podría liberarle la tensión muscular.

Perla comienza a masajear su espalda, y casi de inmediato Stevonnie comienza a sentir un enorme alivio invadir su cuerpo. Las manos de Perla comienzan a viajar más allá de su cuerpo, llegando a tocar sus tetas.

Automáticamente Stevonnie siente como un bulto comienza a levantarse en su pantalón.Ella se averguenza, pero Perla continúa haciéndole el masaje por su espalda. Sin embargo Stevonnie quiere que ella baje un poco más.

Ella no lo duda más, y procede a bajarle el pantalón, revelando un culo grande que pide ser apretado por sus manos. Perla comienza a masajear y apretar el culo de Stevonnie, mientras separa sus piernas para revelar el agujero de su culo. Pero ella le dice que hay otra cosa que le gustaría que le masajeara… su polla.

Stevonnie se da vuelta y revela su enorme polla que quiere sentir las manos de Perla acariciándola. Perla no lo piensa mucho y de inmediato comienza a lamerla, Stevonnie se la mete en la boca y comienza a follársela. Perla no puede evitar las ganas de tocarse mientras la chupa, así que comienza a masajear su coño también.

Luego se abre de piernas y se recuesta para esperar que Stevonnie la penetre. No tiene que pedirlo dos veces, ella se sube y comienza a penetrarla fuertemente, sintiendo cada latido de su coño palpitante. Ambas gimen y gritan de placer mientras la polla de Stevonnie entra y sale, logrando que los fluidos salpiquen y emitan sonidos.

Cuando ya está por correrse, Stevonnie saca su polla para que Perla espere su semen con la lengua afuera. Rápidamente su cara acaba completamente llena de leche y ambas se tiran exhaustas. Definitivamente volverían a entrenar juntas el día siguiente.