Sally estaba teniendo una noche de pasión con Sonic, montando su polla de forma salvaje, siendo azotada por el culo por su amante mientras ella rebotaba sobre él. Ambos disfrutaban sus cuerpos, sin ser consciente de la mirada acechante de Antoine D’Coolette.

El guerrero se masturbaba mientras veía la escena, logrando correrse en su mano, al mismo tiempo que Sonic se corría dentro de Sally. Los dos amantes quedaron exhaustos, con el condón lleno de semén saliendo de la vagina feliz de Sally.

Por su parte, Antoine estaba triste por la situación. Sin embargo, cuando su esposa, Bunnie, se le acerca, él tiene que cambiar su expresión para decirle que estaba vigilando el perímetro. Una actitud que la chica elogia, pues tenía claro que con su determinación iban a ser capaces de capturar al fisgón de las ventanas.