Homero llegó de otro día del trabajo, teniendo como único pensamiento estar con su esposa. Al preguntar por ella, Bart le dice que había ido al centro comercial, así que decide ir, decepcionado, al bar de Moe. Lo que no sabía, era que Marge en verdad estaba en el sofá, devorando la gran polla de su hijo.

Bart le ruega que le haga una garganta profunda, y ella, como buena mujer, se atraganta con la polla de su bebe. Succionando hasta que se corre y devora cada gota de semén sin dejar mancha. Marge ya estaba cansada, pero Bart quería continuar, así que la convence dándole un profundo beso de lengua.

Para complacerlo, Marge abre su coño con sus manos, exponiendo sus dos agujeros. Bart se para sobre una mesa para alcanzar a su madre y empezar a follarla salvajemente. Estaba encantado como su culo chupaba su polla, mientras su madre rogaba que siguiera cogiéndola con fuerza.

Finalmente, Bart termina corriéndose dentro de su madre. Ella estaba preocupada porque pudiera quedar embarazada, pero a su hijo no le importaba eso, solo esperaba volver a coger el increíble coño de Marge.