Twisted Sister – Jay Naylor

Era otra noche, otro duro despertar para el pequeño zorro rubio. Por estudiar en la universidad, tenía que vivir con su hermana mayor, lo que hacía que todos los días tuviera que soportar que ella se metiera en su habitación para que la follara a mitad de esa noche.

Ese día podía detectar el sutil aroma del whisky en sus labios mientras cabalgaba su polla erecta hasta que termina corriéndose dentro de ella. Todo el mundo era alguien fácil para Lynne, era la reina de las mamadas que podría hacer correr incluso a un gay.

Cuando su amiga Penny se sentía matar por no sentirse lo suficiente mujer por su gra pene, Lynne la consoló dándole un oral al aire libre mientras jugaba con su trasero. Para ella dar orales era como abrazar a alguien querido, así que se los había hecho a los amigos de su hermano, al vecino que está casado, sus profesores y hasta el contador.

Pero con quien más se manifestaba su lujuria excesiva siempre era con su querido hermano. Ella era mitad bromista, mitad dominatrix sin vergüenza. Un día mientras se bañaban para entrar a la playa, ella lo abrazó con cariño, mientras se orinaba sobre él para excitarlo.

Si carecía de escrúpulos en la calle, en la casa estos eran totalmente inexistente, paseándose en bragas frente a sus amigos en cualquier momento. Un día mientras jugaban quiso darle como premio a uno de los amigos de su hermano una buena mamada en el medio del sofá con todo el grupo viendo.

Penélope, la otra amiga del chico, estaba tan fascinado por ver a Lynne devorar una polla, que hasta le pregunta a su amigo si su hermana no estaba interesada en las mujeres. Ella oyó eso, pero siguió devorando la polla duro del joven chico hasta que finalmente se corre en su garganta, dándole las gracias mientras traga el semen como una buena chica.

El zorro pequeño no comprendía si Lynne hacía todo eso a propósito para humillarlo, o, por el contrario, le gustaba provocarlo con su figura. Esa noche su excitación era inmensa, así que se acerco a una dormida para quitarle sus bragas y frotar su vagina con sus dedos.

Ella se despierta, pero no detiene a su hermano, dejando que empieza a penetrarla con su gran polla mientras comparten un suave beso. Lynne profundazaba las penetraciones poniendo sus largas piernas alrededor de la cintura de su hermanito.

El chico la follaba con salvajismo hasta que finalmente se termina corriendo en su estrecho coño, llevándolos a los dos al clímax total. Lynne estaba fascinada por el placer, y con su cabeza ida empieza a reflexionar si era la falta de amor de sus padres lo que la incitaba a acostarse con todas las personas que le interesaban con el fin de crear una conexión.

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