En este cómic porno de Beaver Bastard, el señor y la señora Viñeda tienen una reunión muy importante y dejan a su hijo con una niñera para que lo cuide durante la noche. Se despiden cariñosamente de su pequeño, pero él está en una edad rebelde en la que siente que no necesita de una niñera para cuidarlo. Por eso se despide de manera hostil diciéndole que se larguen y dejen de hacerle perder el tiempo.

La madre le dice a la niñera que espera que su hijo no le dé muchos problemas y le asegura que estarán en casa lo más pronto posible. La chica le responde cordialmente que no se preocupe, ya que todo estará bajo control. Y así se despiden de manera definitiva, dejando a la niñera sola con el chico amargado. Ella intenta conectar un poco con él preguntándole qué le gustaría hacer y buscando alguna manera de sacarle conversación. Pero el chico de inmediato la corta y le exige que le prepare la cena mientras él se va a su cuarto a jugar.

Ella queda un poco cortada por la actitud del chico, pero decide no molestarlo más y se va a prepararle algo de comer. Cuando finalmente termina se siente orgullosa de lo que ha preparado y se lo lleva a la habitación segura de que le gustará. Abre la puerta sin tocar y le dice que espera que le guste lo que ha preparado, en ese momento queda en seco al darse cuenta que el chico estaba viendo cómics porno mientras se hacía una paja. Él tiene una polla muy grande para su edad, y ella no puede evitar echarle un rápido vistazo a lo buena que se ve.

Pero está tan nerviosa por encontrarse en esa situación, que rápidamente le dice que dejará la comida allí y que no la deje enfriar. Luego le desea un buen provecho mientras le hace saber que en el refrigerador tiene algo de jugo por si quiere. Y completamente avergonzada sale de allí con el rubor subiendo cada vez más hacia su rostro. Una vez abajo en la sala, enciende la tele buscando una manera de distraerse de lo que ha visto. Pero su mente no deja de repetir la imagen del chico pajeandose, y por alguna razón eso la calienta muchísimo.

Por eso no puede evitar deslizar su mano dentro del pantalón y tocarse un poco. Fantasea un poco con el chico, pensando en que es un chico muy malo y ella debe darle una lección. Por su parte, el joven reflexiona que debería disculparse con la niñera, ya que no quiere que le cuente a sus padres que lo ha pillado. Por eso baja hasta la sala y enciende la luz disculpándose por lo ocurrido y pidiéndole que no le cuente a sus padres lo que vió.

En cuanto se percata de lo que hace su niñera, le toma una foto para extorsionarla. Le dice que si quiere que la elimine, antes tendrá que mostrarle sus pechos y permitirle jugar con ellos. La chica lo hace, y él se queda impresionado porque son incluso más grandes de lo que esperaba. Pero de pronto quiere más, y le pide que le chupe la polla. Él queda satisfecho después de correrse en su boca, pero ahora es ella quien quiere más. Así que lo folla fuertemente durante toda la noche hasta que al día siguiente llegan sus padres. Ellos preguntan qué tal la pasaron, y por supuesto que ahora el chico quiere que ella sea su niñera de por vida.