Una Noche de Bowsette – Mario Bros

Luigi llegó al castillo donde Mario se encontraba bajo el control de Bowser. El fontanero no esperaba encontrarlo de una pieza, después de todo habían pasado tres días desde que había perdido comunicación con él. Para su sorpresa, lo que se descubrió al llegar a la habitación de Bowser lo dejó completamente anonadado.

El atemorizante monstruo rey de los Koopasse había convertido en una inofensiva chica, con un curvilíneo cuerpo, un enorme culo y unas tetas ridículamente grandes. Pero lo que le causó una impresión incluso mayor no fue ver al monstruo convertido en una hermosa chica, ni a Mario sano y salvo, sino ver cómo el carismático fontanero estaba usando sus conocimientos en plomería junto con su tubería para arreglar el desagüe de Bowsette.

Ambos se encontraban en la cama disfrutando de una ardiente noche de sexo. Aunque apenas podía con el peso de la chica, Mario se encontraba debajo de ella, taponando la filtración de su con su tapón especial de carne. El hombre había logrado someter al atemorizante monstruo con valentía, mucha fuerza de voluntad y el enorme champiñón que llevaba entre las piernas.

Con el fin de evitar que Bowser siguiera cometiendo fechorías, lo convirtió en chica. A partir de ahora, él sacrificaría su vida, encargándose de satisfacer el insaciable apetito sexual de Bowsette a causa de que esta no causara más problemas para nadie más.

El pequeño hombre embestía ferozmente el coño de Bowsette desde abajo con su gran polla, haciendo que esta se corriera de placer. Su enorme champiñón estaba recorriendo el apretado interior de la enorme bestia, estimulando todos sus puntos débiles.

Bowsette solo podía sentir un placer que corrompía su cerebro y ponía su mente en blanco, mientras la enorme polla cubierta de venas de Mario se adentraba en lo profundo de sus entrañas. Mario nalgueaba el enorme culo de Bowsette, mientras esta apretaba su polla entre los pliegues de su coño y escupía bolas de fuego de placer.

Finalmente, el experimentado fontanero abrió la llave de paso y dejó salir todo el semen que llevaba dentro de su tanque, llenando por completo el coño de Bowsette hasta que el abundante líquido comenzó a gotear por todas partes. Mario ciertamente se había sacrificado por una noble causa. Un sacrificio que sus compañeros y el reino champiñón sin duda agradecerían por toda la eternidad.

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