¡Perla estaba furiosa! ¡Alguien puso alcohol en su agua! Lejos de asustarse, las otras gemas se burlan, diciendo que iba siendo hora de que probara embriagarse y divertirse. Algo que provoca una discusión entre ella, Lapis Lazuli y Amatista.

Mientras, Garnet le comentaba a Jaspe lo feliz que estaba que había podido venir, para empezar a integrarse a su grupo, a lo que ella solo resopla. Al final de la noche, Garnet quedó cargando con Amatista y Perla, totalmente borrachas, mientras Jaspe cargaba a Lapis en su espalda.

Garnet y Jaspe acuerdan llevarse a sus amigas a sus respectivos apartamentos para cuidar de ellas. Después de todo, era importante para las amigas cuidarse entre sí, ¿no?

Unas horas después, Lapis despierta para ver como Jaspe le traía un vaso de agua. La peliazul le sonríe con malicia, dejando en claro que nunca estuvo desmayada, y solo quería pasar tiempo con ella. Esta era la señal que Jaspe necesitó para abalanzarse sobre ella y empezar a besarla con pasión.

Ambas iniciaron una lucha entre sus lenguas, Jaspe podía sentir el alcohol en el aliento de Lapis, y ella podía sentir el fuerte sabor de su saliva. Cuando Jaspe tocó la gema en la espalda de Lapis, ella le pidió que se detuviera, ese era un punto sensible para ella.

Lejos de desanimar a Jaspe, ella siguió preguntando con coquetería dónde quería Lapis que la tocará. Esto la enojó, e intentó patear a Jaspe, aunque esto solo la acercó a su entrepierna, donde la gema empezó a juguetear con sus muslos, torturando a Lapis.

La gema del mar quería que empezará a darle placer, así que no pudo ignorar sus deseos, y rogó a Jaspe que chupara su vagina. La ex-conquistadora correspondió sus deseos, humedeciendo sus dedos con saliva y empezar a penetrar a Lapis con ellos, jugueteando con su intimidad, mientras Lapis soltaba sonoros gemidos que llenaban la habitación.

Cuando finalmente sintió a Lapis acabar en su mano, Jaspe cediendo su orgasmo con un beso profundo en el que unieron sus almas. Horas después, ambas empezaron a hablar sobre la vez que fueron Malaquite.

Lapis admite que fue la experiencia más horrible que vivió, tal vez incluso peor que ser atrapada en el espejo, pero también había cierto placer en aquella vivencia. Jaspe dudaba si eso fue un recuerdo o una mera fantasía producto de sus anhelos.

Lapis se sienta sobre el regazo de Jaspe y empieza a manosear sus enormes senos, dejando en claro que nadie más que ella comprendía sus sentimientos, porque ella sabía que eran reales. Por eso, tal vez lo único que quería era ahogarla en placer.

Jaspe intenta recuperar el control, declarando con fuerza que entonces fueran una pareja, aunque Lapis es quién sea el trato, compartiendo un nuevo beso de lengua. Lentamente, Lapis comienza a bajar por su abdomen, su entrepierna, hasta llegar a su velluda vagina, que empieza a saborear con su lengua, compartiendo su amor.

Horas después, Lapis sigue en cama con su amante, mensajeando con Steven, quien estaba organizando una fiesta en la playa. Una conversación que le hace recordar ciertas palabras de Garnet, que le hacen darse cuenta que ella planeó toda su aventura con Jaspe.