Este cómic incesto nos trae la historia de Karen, una hija que ha estado limpiando toda la casa con un único fin: provocar a su padre. Justo cuando le toca limpiar la habitación de su papá, ella entra vistiendo solo sus bragas y una camisa de un solo botón. Le consulta a su padre si no le molesta que limpie allí mientras él está tranquilamente leyendo, y él le responde de manera cariñosa que no tiene problema alguno. Ella mueve un poco las cosas de lugar y su padre le comenta lo buena chica que es por estar haciendo eso.

Él está muy seguro de que su madre apreciará la ayuda que está brindando en casa, pero Karen no piensa lo mismo, ya que si su madre se entera de sus verdaderas razones… no lo apreciará nada. Ella continúa limpiando mientras trata de llamar la atención de su padre, pero él realmente no demuestra la reacción que ella esperaba causar en él. Por eso decide actuar de manera más directa, y le pide que la ayude a alcanzar la parte alta de la persiana. Rápidamente él accede a ayudarla, y se acerca por detrás para levantarla agarrándola de su trasero. Ella gime un poco por lo bajo al sentir las grandes y fuertes manos de su padre apretando su culo.

Su padre comienza a reforzar su agarre con más fuerza, masajeando un poco el trasero de la chica. Ella está muy cachonda, y no puede contenerse más, así que le pide a su padre que le quite las bragas de una vez. Después de todo, ambos lo están deseando ferozmente. Él no se molesta en negarlo, y confiesa lo mucho que desea quitarle esas braguitas. Lo hace lentamente, saboreando el exquisito momento hasta llegar a ver su coño al desnudo.

Lo abre para observar con detenimiento cómo no para de salir jugo de su interior, y ella comienza a rogarle que la coma entera en ese preciso momento. Él no es hombre de hacerse rogar, así que comienza a introducir su lengua en su coño y probar cada gota que sale de él. Degustando el rico líquido de su hija e introduciendo sus dedos en su joven y apretado coñito. Pero ella desea más, no quiere seguir esperando; necesita su polla en su interior inmediatamente. Solo que su padre aún no ha acabado de saborearla, así que le pide que se de vuelta para poner en 69.

Mientras ella le come la polla, él juguetea con su coño. Cuando ambos están perfectamente lubricados para unir sus cuerpos, su padre la levanta y comienza a penetrarla profundamente. Ella le pide que la folle cada vez más fuerte, rogándole que la llene con su leche. Es tanto el éxtasis que alcanzan, que ambos alcanzan el orgasmo juntos, y definitivamente han quedado con ganas de más. La chica le dice que ha sido genial, y que quiere hacerlo de nuevo con él.