Danny acaba de salvar a Paulina de haber sido poseída por el fantasma Kitty, ella despierta después de estar mucho rato inconsciente. Cuando él le cuenta lo sucedido, ella se siente inmensamente agradecida y lo besa. Paulina está tan pegada a su cuerpo, que Danny no puede evitar tener una reacción.

Paulina se sorprende con la erección de Danny y comienza a tocársela. Él se emociona aún más y empieza a tocarle las tetas; mientras ella lo masturba, él lame y muerde sus pezones. Luego baja sus bragas y comienza a lamer su coño que ya está completamente mojado. Paulina gime sin parar mientras una ola de placer recorre todo su cuerpo.

Ahora que está húmeda, Danny aprovecha de meter su polla lentamente. Poco a poco comienza a penetrarla más fuerte, logrando que su coño chorree aún más. Él la embiste hasta sacarla para correrse sobre su coño. Paulina queda tan fascinada que le pide que la lleve a casa para continuar allí.

Una vez en la habitación de Paulina, ella le pide que la folle antes de irse. Él encantado acepta, y se saca la polla para que comience a chupársela. Paulina hábilmente se mete todo su pene en la boca y se lo come entero hasta atragantarse. Cuando ya está completamente empapado con su saliva, ella procede a sentarse sobre él.

Ella sube y baja desenfrenadamente sintiendo como la polla del chico fantasma la llena por completo. No se detiene hasta que por fin siente su leche calentita llenar todo su apretado y entremezclarse con sus fluidos.